Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de si misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.
Kahlil Gibran
Este precioso poema, que forma parte de mi historia personal, ilustra la sencilla reflexión que les propongo hoy. No es otra que el respeto a nuestros hijos e hijas, desde el amor y la compasión, que nos ayude a acompañarlos en su camino vital.
Desafortunadamente, no siempre es así. Y vemos como muchos padres y madres caen en conductas degradantes y alienantes con los más pequeños. Usemos este período estival para acercarnos a ellos, para decirles que los queremos como son y que estaremos a su lado, siempre que nos necesiten.
Ten en cuenta que … alejas a tu hijo cuando …
excelente!! literalmente la verdad
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