Hoy me voy a saltar mi protocolo de publicaciones. ¿Por qué? Pues porque estoy enormemente feliz de poder compartir.
Ayer por la tarde llegué al Antiguo Convento de Santo Domingo con muchas ideas en la cabeza, muy ilusionado de encontrarme con muchas personas que, de una u otra forma están significando mucho en este proceso de cambio personal.
Pero, por encima de todo, ayer quería devolver. El empuje y aliento que siento a través de sus comentarios, de sus “me gusta” o de sus retuiteos es lo que me ha ayudado a construir CÁMBIATE. Y ver la sala llena a rebosar me hizo sentir, de golpe, que lo estoy consiguiendo.
Tengo la suerte de tener muchos amigos y amigas que, además de serlo, me hicieron palparlo ayer, de forma abrumadora.
Les comenté pinceladas de un proyecto que me apasiona. Les propongo que se reconozcan, que se exploren. Que emprendan esta maravillosa aventura interior con la cabeza bien alta, mirando a aquellos que les rodean con alegría y sencillez, regalando sonrisas y prestando sus oídos.
Quizás lo más bonito de esta aventura es que es íntima y, a la vez, solidaria. Cuando nos reconocemos, nos sentimos más cerca de los demás. Somos más humildes, generosos.
Como lo fueron ustedes conmigo anoche, haciendo un hueco en la fría tarde lagunera para ir por La Laguna.
Les espero el 24-25 en el mismo lugar para seguir trabajando en nosotros mismos.
De nuevo, gracias.
Buenos días Leo, tú ahora compartes y te devuelven… Pero tú antes has dado, y mucho; y sigues dando, por eso recibes cordialidad, amistad, sonrisas… es algo que te has ganado a pulso. Disculpa que te diga que no es una suerte que te pase eso; tú has hecho y estás realizando un trabajo excelente para que todo eso ocurra; y te sucede porque no pides nada a cambio; solamente eres así.
Desde la distancia y la cercanía, un abrazo
Yván!! Feliz viernes amigo.
Gracias Yván. Tienes siempre las palabras adecuadas y que además me llegan al corazón!!
Compañero, fue un placer escucharte. Muchas felicidades por la charla de ayer. Un abrazo
Gracias maestro!!!