El cerebro humano es como una máquina de acuñar moneda. Si echas en ella metal impuro, obtendrás escoria; si echas oro, obtendrás monedas de ley.

Santiago Ramón y Cajal

Las personas que usan su hemisferio izquierdo son más analíticas y lógicas, mientras que aquellas que usan el hemisferio derecho son más creativas y artísticas.

Es lo que nos han dicho y lo que nos hemos ido acostumbrando a oír y creer. Pero esto es algo demasiado sencillo. Realmente nuestro cerebro no funciona así. Es cierto que algunas regiones del cerebro están especializadas en ciertas tareas, pero nuestro cerebro no utiliza solo un hemisferio en preferencia de otro. En realidad utilizamos los dos hemisferios por igual. Esto lo sabemos gracias a las imágenes obtenidas por Resonancia Magnética Funcional.

Este mito del cerebro derecho – cerebro izquierdo no desaparecerá nunca. Se ha convertido en una metáfora muy poderosa que se asocia con diferentes formas de pensamientos: lógica, enfocada y analítica frente a mentes abiertas y creativas.

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Además de su atractivo metafórico, esta seductiva idea de los “dos cerebros”, ha sido una fuente inagotable para la pseudo-psicología, que lo ha utilizado para justificar todo tipo de propuestas para mejorar nuestro “lado creativo” o potenciar nuestra capacidad de “pensamiento lógico”.

Hay mucha verdad, por supuesto, en las diferencias existentes entre nuestros dos lados del cerebro. Aunque parecen similares, lo cierto es que funcionan de forma diferente. Por ejemplo, es bien conocido que para la mayoría de nosotros, nuestro cerebro izquierdo domina el lenguaje. El cerebro derecho, por otro lado, está más implicado en el procesamiento emocional o en la empatía y compasión. Pero de ahí a establecer una línea clara entre ambos como sugiere la creencia popular va un largo trecho. Por ejemplo, se conoce que el cerebro está implicado en determinados aspectos del lenguaje, como la entonación o el énfasis que hacemos al hablar.

La mayoría de lo que conocemos acerca de las diferencias funcionales entre hemisferios proviene de las investigaciones sobre el cerebro dividido, que comenzaron psicólogos como Roger Sperry y Michael Gazzaniga en los años sesenta. Estos estudios se llevaron a cabo con pacientes que tenían la conexión entre ambos lados del cerebro, el cuerpo calloso, cortada como consecuencia de cirugía o un último remedio para el tratamiento de la epilepsia. Los investigadores descubrieron que, al presentar el mismo estímulo al mismo tiempo, a uno de estos pacientes, sus “dos lados” del cerebro actuaban como entidades independientes con formas de procesamiento distintas.

Pero, es muy importante recordar que, en personas sanas, ambos hemisferios cerebrales están perfectamente conectados y han aprendido a funcionar conjuntamente, compartiendo información a través del mencionado “puente”, el cuerpo calloso. La investigación neurocientífica actual se centra en averiguar como funciona esta coordinación.

Es muy importante darnos cuenta que la clase de tareas implican a una parte del cerebro más que a la otra, no se colocan fácilmente en alguna de las categoría coloquiales que nos gusta utilizar. Un buen ejemplo es la creatividad. Podemos tener la tentación de dividir tareas en creativas o no. Pero la realidad es bastante más compleja. Hay un montón de formas de ser creativos. Y la mayoría de ellas implicarán, de una forma más o menos intensa, a nuestra parte analítica o más precisa del cerebro.

Supongo, como recoge Psychology Today, que el mito del cerebro izquierdo lógico y derecho creativo resulta seductoramente simple de abrazar. Podemos preguntarnos ¿qué tipo de cerebro tengo? Y se abre la posibilidad de compensar nuestra “desviación” adquiriendo hasta aplicaciones de móvil que existen para hacerlo. Es una forma más de categorizarnos.

También es cierto que resulta hasta pretencioso rebatir este mito popular diciendo que la realidad es mucho más compleja que lo que sugiere. Pero vale la pena intentarlo. Porque lo cierto es que el funcionamiento de nuestro cerebro es bastante más fascinante que lo que cualquier mito sobre él pueda sugerir.

3 pensamientos

  1. Excelente entrada, Leocadio. Así es. Personalmente, no me gusta usar esa terminología para hablar del funcionamiento cerebral (y si lo hago a veces es por motivos pedagógicos, pero lo aclaro previamente). Es cierto que existe cierta lateralización tal como indicas pero el procesamiento de la información es global, integrada, holística, asociativa. Enhorabuena por tu artículo. Saludos.

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