Nuestra salud mental es algo importante. Trastornos como la ansiedad o la depresión son cada día más comunes y debemos asegurarnos de recibir el tratamiento adecuado por parte de profesionales cualificados.
Sin embargo, la salud mental es mucho más. No se trata de evitar los trastornos que hemos mencionado u otros. Se trata, además, de promocionar el bienestar mental.
Y ¿por qué es esto importante? A todos nos gusta sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás y sacar lo mejor de nuestras vidas. La evidencia muestra, asimismo, que nuestro bienestar mental tiene una influencia directa en nuestro bienestar físico.
Según Sarah Stewart-Brown, profesora de Salud Pública en la Universidad de Warwick, cuando hablamos de bienestar mental estamos refiriéndonos a algo más que solo ser felices. Consiste en un estado que implica tanto a la mente como al cuerpo. Y, aunque la felicidad es una parte importante de la fórmula, dista mucho de ser el único ingrediente de la misma.
Estamos hablando de vivir de una forma que sea buena para ti y para aquellos que te rodean. Son sentimientos de satisfacción, gozo, confianza y compromiso con el mundo que forman parte imprescindible de los ingredientes, así como la autoestima y la autoconfianza. Esto no significa que no pasemos por momentos complicados o situaciones difíciles, pero tendremos la resiliencia necesaria para afrontarlos.
El bienestar mental no es algo que tengamos, es algo que hacemos. Para estar saludables mentalmente debemos valorarnos y aceptarnos a nosotros mismos.
Si tienes bienestar mental
- Te preocupas por ti y te cuidas. Te quieres, no te odias. Cuidas tu cuerpo – comes bien, duermes bien, haces ejercicio y te lo pasas bien.
- Te ves a ti mismo como una persona valiosa por derecho propio. No tienes que ganar el derecho a existir. Existes, luego tienes derecho a ello.
- Te juzgas a ti mismo en base a estándares razonables. No te planteas metas imposibles y no te castigas si no consigues estos objetivos.
Si no te valoras y aceptas, tendrás miedo que otros te rechacen. Para evitar serlo, te aíslas y te encuentras asustado y solo. Si te valoras no esperas que te rechacen. No tienes miedo de otras personas.
Si te valoras y aceptas, te relajas y disfrutas de ti mismo, sin sentirte culpable. Cuando enfrentas una crisis, sabes, que a pesar de que pueda ser muy complicada conseguirás manejarla. Como nos vemos a nosotros mismos es algo central para cada decisión que tomamos. Las personas que se valoran y aceptan a si mismas afrontan la vida con plenitud.
Cinco pasos para el bienestar mental
La evidencia sugiere que podemos seguir estos cinco pasos para mejorar nuestro bienestar mental. Si los asumes con tu mente abierta y tratas de seguirlos, podrás juzgar sus resultados.
- Conecta. Con las personas que te rodean: tu familia, amigos, colegas, vecinos. Invierte tiempo en cultivar estas relaciones.
- Se activo. No hace falta que vayas al gimnasio. Camina, coge la bici o juega al fútbol. Encuentra la actividad que te gusta y hazla parte de tu vida.
- Aprende. Adquiere nuevas habilidades y conocimientos. Te proporcionará sentimientos de logro y estimulará tu curiosidad. Esto mantiene tu cerebro activo y joven.
- Se generoso. Incluso el más pequeño de los actos cuenta, una sonrisa, un agradecimiento o una palabra amable.
- Se consciente. Estate atento al momento presente, a tus sentimientos o pensamientos, tu cuerpo y el mundo que te rodea. Puede cambiar positivamente tu vida y como afrontas tus retos.
El bienestar mental puede presentarse de muy diversas formas y, en cierto modo es una experiencia individual, como propone la Organización Mundial de la Salud:
…… un estado de bienestar en el que cada persona es consciente de su propio potencial, puede abordar las dificultades habituales del día a día, puede trabajar productivamente y es capaz de contribuir a su comunidad.