El resentimiento, la crítica, la culpa y el miedo aparecen cuando culpamos a los demás y no asumimos la responsabilidad de nuestras propias experiencias.

Louise Hay

El resentimiento es un proceso mental que consiste es revivir repetidamente un sentimiento, y los sucesos que condujeron a él, que nos hicieron daño. No es una repetición neutra de los mismos. Los revivimos de una forma que nos afecta emocional y físicamente. Es, probablemente, uno de los impedimentos más devastadores, para perdonar y seguir adelante.

El resentimiento nos hace ver la vida de forma negativa. Más allá de los que nos afecte directamente, es una emoción que se extiende a muchos ámbitos de nuestra vida, llegando a constituirse en una forma de vivir, de pensar y de relacionarnos. Aunque el resentimiento puede ser provocado por conflictos específicos o recientes, en ocasiones encierra algo mucho más profundo.

Culpamos a fuerzas externas o otras personas de todo aquello que nos pueda afectar, directa o indirectamente. El resentimiento proviene de frustraciones pasadas o presentes que descargamos en otros. O de discusiones inacabadas o conflictos no resueltos. Su origen puede ser tan inespecífico como personas hay en este mundo.

Resentment1Sus consecuencias que tiene se asemeja bastante en todas las personas que lo sufren. Se pierde el sentido de la realidad y se extiende a todas las facetas de la vida. Puede ser un resentimiento social o personal. Dirigido a un colectivo determinado o a personas diferentes. Y su grado de influencia sobre nuestra vida puede ir desde lo apenas perceptible hasta una fuerza que la guía. Y la convierte en una suerte de venganza contra todos aquellos que pensamos que lo merecen.

Está en el origen de cualquier movimiento de intolerancia, de odio a lo diferente. Y es auto justificativo. Estamos resentidos. Y buscaremos todas las razones, por más peregrinas que puedan parecer, para hacerlo. Porque, aunque el resentimiento puede estar provocado por circunstancias específicas, que nos han hecho daño y han cambiado, de alguna forma nuestra vida, su efecto puede ser absolutamente devastador para quien lo sufre. No en vano, se encuentra en la base de muchos trastornos psicológicos y conductuales que pueden conducir a las personas a las más atroces acciones contra otros seres vivos.

Pero, sin irnos tan lejos, la conciencia del papel que puede jugar el resentimiento en nuestras vidas, es el primer paso para reconocer su influencia en muchos de los malestares que puedan estar condicionando nuestro bienestar mental.

Estas emociones negativas, tienen todo el potencial de conseguir gobernar nuestros pensamientos y acciones. Y tienen un efecto similar al que puede producir una depresión o un trastorno de estrés. Al no reconocerla, el resentimiento se convierte en una fuerza ingobernable que provoca indefensión.

Es por esto que las emociones dolorosas que experimentamos como consecuencia de las actuaciones de otras personas tienen el potencial de transformarse en resentimiento, si no se liberan a tiempo y de una forma saludable y efectiva. Si no es así, el resentimiento seguirá viviendo en nosotros, alimentando nuestros sentimientos negativos y emociones. Se fortalece cuanto más tiempo se ignora. Puede mutar y convertirse en un velo deformado que consiga que veamos el mundo de una forma saludable y equilibrada.

Si se deja sin resolver puede consumirnos además de ser muy efectivo para alimentar el odio. Para evitarlo, seguir adelante y ser más felices, te proponemos unos sencillos pasos.

Exprésate

Si niegas como te sientes, estás negando la verdad ¿Y de qué vale esto? Permitir que las emociones negativas afloren, te permite reconocerlas e identificarlas. Esta aceptación desactiva, en gran manera, la influencia que tiene sobre nosotros y ayuda a limpiarnos de la negatividad subconsciente que pueda estar manteniéndola.

Comunica tus sentimientos

Requiere mucho valor y coraje expresar y comunicar nuestro dolor a las personas que te hacen daño. Haciéndolo, exponemos nuestro vulnerabilidad –aquella que queremos proteger y mantener a salvo-.

Pero cuando lo conseguimos hacer, salimos de nuestra zona de confort, convertimos esta difícil experiencia en un magnífico aprendizaje. Intenta hacerlo de una forma calmada. Tendrá más efecto y te sentirás mejor.

Práctica el perdón

Perdonar es tu decisión personal. La habilidad para hacerlo, de forma sincera es uno de los mejores regalos que nos podemos hacer. Hacerlo te saca de los confines del resentimiento y tira abajo las muros de la rabia y la negatividad

Un comentario

  1. Extraordinario artículo Leocadio,

    Efectivamente el Resentimiento puede suponer una barrera tremenda en nuestro desarrollo personal, ya que nos ancla a algo que ocurrió en el pasado y por tanto no podemos cambiar.

    Desengancharse de la emoción que genera el resentimiento es fundamental para seguir avanzando.

    Expresarse y perdonar son dos de las claves sin duda como bien indicas.

    Si me lo permites comparto con tus lectores una entrada que escribí hace poco para resolver el Resentimiento:

    Cómo eliminar el resentimiento en sólo 4 pasos

    Un saludo

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