En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida.
Karl Wilhelm Von Humboldt.
No existen las personas tóxicas. No es un diagnóstico, ni nada parecido a un concepto derivado de la evidencia científica. Es solamente una forma más -y cruel-, de etiquetar a personas que nos resultan molestas, sea por la razón que sea, en la que queremos encontrar una justificación para evitar lidiar con ellas.
Pero esto no es psicología, ni como ya he comentado responde a una clasificación de trastornos psicológicos o psiquiátricos. A pesar de esto, nos hemos encontrado como el concepto se ha popularizado entre nosotros y, en cierta forma, se ha asentado como una justificación para dejar una relación, apartar a una persona u olvidarnos de invitar a alguien a una cena de amigos.
Las personas tenemos en ocasiones etapas más o menos prolongadas en nuestra vida, en las que puede resultar muy complicado estar a nuestro lado. Podríamos llamarlo entonces, “etapas tóxicas”. Son esos momentos en los que nos invade la negatividad, la tristeza o el enfado. Circunstancias en las que resulta muy complicado estar a nuestro lado. Para algunas personas estas conductas se han convertido en la forma de relacionarse con el mundo.
Aunque obviamente, convivir a diario o en ocasiones, con una persona que se comporta de esta forma, puede resultar una empresa muy frustrante. Nos puede llevar a situaciones emocionales difíciles y no deseadas.
Pero la solución no está en ignorarlas o apartarlas. Al menos desde la psicología, este no puede ser el mensaje. Nosotros tratamos estas conductas, que se pueden considerar como la expresión de algo que necesita ser abordado, para cambiarlo. Y si, es posible que en algunos momentos aconsejemos a personas cercanas sobre un cierto distanciamiento, pero nunca recomendaremos un abandono o aislamiento de una persona que queremos o apreciamos, por su incapacidad para relacionarse de forma positiva.
He querido dejar constancia hoy sobre esta moda de las personas tóxicas porque creo, que si bien pueden existir situaciones -de dependencia emocional, falta de respeto, maltrato …-, que aconsejen que nos apartemos de alguien, nunca se deberá a que sea “tóxica”. Como he dicho al principio, no existen las personas tóxicas. No para un psicólogo.
Algo hueco tu artículo…..
Gracias por tu comentario. Quizás me puedes sugerir hacia donde rellenarlo. Saludos.