Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más el uno
Julio Cortázar
Las relaciones no son sencillas en ocasiones. Esto es una realidad que cualquiera de nosotros hemos experimentado en primera persona. Requieren compromiso, trabajo duro y estabilidad para que nuestro amor permanezca vivo. Pero esto no quiere decir, ni de lejos, que tengamos que hacer un test diario del mismo. La consciencia de lo que es importante y lo que no lo es, puede ser una buena forma de cuidar nuestra relación. Para ello no es necesario hacer un master de relaciones de pareja.
Hay una serie de aspectos que debemos evitar si queremos que nuestra relación de pareja sea una fuente de amor y felicidad. Es sencillo. Solo hay que ponerse a ello. Eso si. Con determinación.
El marcador. Las parejas que hacen un seguimiento de lo que uno hace el otro no van por buen camino. Es una fantástica forma de conseguir pasar de “sentir” algo a “tener que” hacer algo. Desde luego que es muy importante notar que la persona amada se preocupa por nosotros, que tiene detalles, que nos considera. Pero de ahí a llevar una contabilidad, estaríamos cambiando el sentido de lo que significa una relación de pareja.
Y el esfuerzo debemos dedicarlo, más que un registro, a una búsqueda. De lo que a nuestro amor le puede gustar, sorprender o apasionar. Y esto es difícil de medir.
Darlo por hecho. Muchas parejas, funcionen bien o no, olvidan ocasionalmente lo que cuesta mantener la llama encendida. Parece como si pensásemos que todo el trabajo está ya hecho y que ya no hace falta esforzarse más por nuestra relación. Es uno de los mayores errores que se pueden cometer.
El amor es algo que se siente todos los días y debemos abordarlo con gratitud, haciéndole sentir al otro que estamos eligiéndole a diario. La apatía es uno de los mayores enemigos de nuestra relación.
Desconsideración. La irracionalidad de esta acción habla por si misma. Menospreciar a alguien es una muestra clara de falta de amor. Es al contrario. El amor se manifiesta en la admiración y apoyo a la persona amada. Más que la conocida frase de “detrás de un gran hombre …” y su claro mensaje sexista, se trata más bien de estar uno al lado del otro, compartiendo ilusiones y proyectos.
¿Siempre juntitos? Al principio de una relación es muy normal que deseemos estar todo el tiempo con la persona amada. Estamos conociéndonos, todo es nuevo y queremos saber como somos juntos. Pero esto puede llegar a ser un problema cuando la relación va evolucionando.
Una de las claves por las cuales nos enamoramos de otra persona es porque nos gusta quien es, cómo es. Y si lo que hacemos es precisamente cambiar esto, sin dejar espacio abierto para la independencia de cada uno, nos estamos equivocando.
Las parejas felices tienen proyectos diferentes, disfrutan de independencia que les permite compartir cosas nuevas entre ellos.
Tener una vida en pareja no significa renunciar, significa compartir. Y esto es, precisamente el truco que hace que funcione. Se trata de elegir, como ya hemos comentado anteriormente, y de que la otra persona lo sepa … y lo sienta.