Creemos que pensamos, pero raramente lo hacemos con real entendimiento y empatía. Sin embargo, la verdadera escucha es una de las fuerzas más potentes para el cambio que conozco.
Carl Rogers.

Vamos a necesitar todas nuestras fuerzas para levantar el mundo una vez que podamos comenzar una vida mínimamente normal.

No van a servir los lamentos, las quejas, los enfados … por lo perdido. No va a haber tiempo para ello. Corremos el peligro de quedarnos atrapados en ello. Es como si, en una fuerte nevada, con mucho frío, parásemos y nos dejásemos ir. Vamos a tener que poner un pie adelante y luego otro. Será el momento de apreciar cada paso, sin mirar mucho atrás o levantar mucho nuestra mirada. Los avances cortos serán nuestros logros en los tiempos que quedan por delante. Ya habrá tiempo de ir apreciando lo conseguido.

Es muy importante que tengamos esto en cuenta. Nuestra fortaleza mental, resiliencia y aguante, nos harán avanzar.

Por supuesto que tenemos todo el derecho -incluso la necesidad-, de llorar. Pero intentemos que nuestras lágrimas no eviten que veamos el camino que debemos emprender.

Por esto es muy importante que, además de todos las posibles medidas económicas, las acompañemos de otras que vayan encaminadas al fortalecimiento de nuestro bienestar mental. Sin él, no saldremos adelante. Podemos tener toda la comida que queramos a nuestra disposición, pero de nada servirá si no tenemos ganas de comer.

El fortalecimiento de la atención psicológica, que tan importante se ha revelado en estos momentos de cambio es algo esencial para la construcción de un mundo que se nos puede antojar muy diferente. Hemos salido -o más bien nos han sacado- de nuestra manida zona de confort. Ahora toca aprender a navegar por una nueva zona desconocida.

Nuestras herramientas psicológicas son fundamentales para ello.

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