La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba;
la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo.
Eduardo Galeano
Es una de las grandes preguntas que adquiere un especial significado en estas fechas navideñas. Es ahora cuando se hacen más evidentes las desigualdades en nuestro país. Es ahora cuando parece que vemos lo que nos rodea y nos entra un imperioso deseo de hacer algo.
Algunos han decidido dar ese paso adelante hace tiempo, e intentar que la vida de los que peor lo están pasando sea más llevadera. No es un decisión fácil y, en nuestro país, además, significa ponerte a los pies de los caballos. ¿Por qué? No es sencillo entender la razón por la que esto molesta tanto. Especialmente si queremos ser rigurosos. ¿Quizás es la vergüenza?¿el ego?. Francamente no lo sé. Supongo que es una mezcla de indignación unida a una sensación de bochorno por ver nuestras miserias expuestas en los medios de comunicación, como si fuese un espectáculo. Es comprensible. Lo que me resulta difícil de entender es porque se carga contra quien promueve estas acciones. En lugar de hacerlo contra quienes no se ha movido para aminorar el efecto de esta crisis injusta. Que, dicho sea de paso, se han apuntado al carro de la solidaridad como si con ellos no tuviese que ver el problema.
La generosidad nos hace más felices, y nos acerca más a los demás. No debe sustituir nunca al necesario trabajo que es obligación de los gobiernos y de quienes nos representan. Más bien al contrario. Cuando llegamos a estos extremos es el momento de ser conscientes de quien tiene el mando. Y ejercerlo. Lo que si puedo asegurar es que, tanto los que están a favor o en contra de este tipo de acciones deseamos lo mismo. Que no sean necesarias.
Felices Fiestas.