La compasión con las demás personas comienza con la generosidad con nosotros mismos

Pema Chödrön

En el libro, Mindfulness, Encontrar Paz en un Mundo Frenético, M. Williams y D. Penman, exponen una interesante idea: la del “embudo del agotamiento”, que describe como nos vemos inmersos en una oscura espiral cuando dejamos de cuidarnos de nuestras necesidades psicológicas y emocionales propias. Este concepto fue desarrollado por Marie Åsberg, experta en burnout, del Instituto Karolinska en Estocolmo.

agotamiento

El círculo superior representa cómo son las cosas cuando vivimos una vida plena y equilibrada. A medida que las cosas se van complicando, muchos de nosotros tendemos a dejar algunas de lado para centrarnos en lo que nos parece «importante». El círculo se estrecha, igual que nuestras vidas.

Si el estrés continúa, renunciamos a más y más cosas. El círculo se estrecha cada vez más. A menudo, lo primero que dejamos es aquello que nos satisface más, pero que consideramos «opcional». El resultado es que al final nos quedamos solo con trabajo o con otros estresadores que nos dejan sin recursos, sin la capacidad de reponerlos y sin nada que nos satisfaga. El resultado es el agotamiento. La profesora Åsberg sugiere que los que continuamos descendiendo más y más por el embudo tenemos más probabilidades de ser los más meticulosos, los que fundamentan más su nivel de autoconfianza en su rendimiento en el trabajo (es decir, los que son considerados los mejores trabajadores, no los perezosos). El diagrama también muestra la secuencia de «síntomas» acumulados al pensar que nuestra vida social es superflua: el embudo se estrecha y nos sentimos más y más agotados.

El embudo se crea a medida que se va estrechando el círculo de nuestra vida para centrarte en resolver tus problemas inmediatos. En la caída por el embudo, vamos dejando más y más cosas que nos producen satisfacción (y que pasamos a considerar opcionales) con el fin de dejar espacio a las cosas más «importantes», como el trabajo.

Continuamos dejando más actividades que nos llenaban, y nos sentimos cada vez más agotados, indecisa e infelices. Cuando por fin caemos, somos una sombra de nuestro antiguo yo. El embudo del agotamiento puede absorbernos a cualquiera de nosotros. Si tenemos mucho trabajo o nos sentimos desbordados por algún otro motivo, es totalmente natural dejar espacio para simplificar temporalmente nuestra vida. En general, eso significa renunciar a una afición o a parte de nuestra vida social para poder centrarnos en el trabajo.

Así nos atrapa el embudo del agotamiento.

0 respuestas

  1. Pero es demasiado fácil caer en él. No se puede dejar de trabajar, a menos que ya no queramos: Comer, comprar, vivir en una casa, vestir, etc. Cosas que nuestra aficiones no pagan. Al menos no las mías. Por eso, cuando estoy cansada y necesito tiempo las aficiones mueren en pro de un trabajo mas relajado. Como si el trabajo pudiese ser relajado xD
    ¿Dónde está la solución?… Entre mas tiempo pasa, yo menos la veo.

    1. Lo que entendí es que da un ejemplo del agotamiento y habla de las personas que dejan todo por su afición al trabajo, porque creen que eso es lo que les da mayor satisfacción y dejan de lado otras cosas creyendo que son menos importantes… No habla del trabajo por necesidad

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