La capacitación para el ejercicio de una labor profesional, debe ser la garantía para que dicho ejercicio se ejecute en las mejores condiciones. O, al menos, esta debería se la teoría.
Si, además, nos vamos al entorno de lo público, este aval debe estar contrastado.
Pero, desafortunadamente, no siempre ocurre así. Recientemente, hemos leído, en la presentación del teléfono de atención al acoso escolar en España, que este iba a ser atendido por profesionales del «ámbito de la psicología». No existe tal cosa. O te has licenciado en cualquiera de las ramas de esta ciencia o, eres otra cosa. Como hemos comenzado, debe existir una competencia para atender un recurso de estas características. Y esas las tiene un licenciado o licenciada en psicología, no en otra profesión, por muy respetable que sea.
Si lo que se pretende es revestir a un recurso tan importante, de una aureola de seriedad, flaco favor le han hecho. Su credibilidad puede cuestionarse desde su presentación. Si la linea, es un teléfono de orientación, consejo o, incluso, intervención en una crisis, la capacitación para ello la posee quien ha estudiado (y finalizado), los estudios de psicología.
A nadie se nos puede pasar por la cabeza que en una llamada al teléfono de urgencias 112, las indicaciones para saber como debemos actuar ante una emergencia médica, no te las de un profesional de la medicina.
Este caso, no es más que un nuevo ejemplo de la poca concienciación que se tiene respecto a la salud mental. Como es algo que ocurre dentro de nuestra cabeza, no lo vemos. Y pensamos que cualquiera puede opinar sobre ello.
Como última aclaración, hago extensivo esta reivindicación profesional a quienes, de una forma u otra también se ven afectados en su ejercicio laboral. Y, un último recordatorio: tampoco existen en los currículums el apartado de «curso estudios de …», eufemismo frecuentemente utilizado para alguien que se matriculó en una determinada especialidad, y no se licenció en ella.
Cierto. mínmo el título Profesional, si no se sacó título de nada servirá .
es además lo mínimo requerible en aras de la seriedad del ejercicio de cualquier profesión.