Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y en que no deseo en exceso lo que no tengo

Lev Tolstói

Leemos y escuchamos constantemente que la felicidad es una elección. Que depende enteramente de nuestras decisiones y que, poco menos, quien no lo hace es porque no quiere.

Esta forma de pensar esta siendo respaldado por un auténtico ejercito de “pensadores mágicos” que, a través de sus escritos, seminarios o libros, hacen pensar que somos nosotros los únicos culpables de no ser felices.

La ciencia, sin embargo, ha determinado que gran parte de nuestra felicidad -alrededor del 60%-, depende de la genética y de factores externos. Si hay alguna decisión que tomar, será respecto al 40% restante.

Conocer que conductas o actitudes, científicamente probadas, promueven nuestra felicidad, es un paso esencial para saber como cultivarla.

Las relaciones humanas parecen ser una parte muy importante de ello. Así lo sugieren los resultados de un estudio longitudinal llevado a cabo durante más de 70 años.  Quienes eran más felices (y saludables) eran quienes las cuidaban y cultivaban. Los lazos de apoyo con las personas que nos quieren y a quienes queremos forman una parte importante de este puzzle de la felicidad.

El tiempo y el dinero son otros dos importantes factores que condicionan nuestra felicidad. Disponer del primero para poder tener la vida que deseamos, y desarrollarnos como  seres humanos, es más valorado que el dinero. El bienestar mental -y físico-, también depende de nuestro nivel de ingresos. Es cierto que solo hasta un punto determinado, que depende del la renta per cápita del país donde se viva. Pero su importancia es esencial en nuestra felicidad.

Un factor especialmente importante lo constituye -y esto si es una decisión totalmente personal-, la velocidad con la que vivimos. Pararnos para apreciar las “cosas buenas” de la vida y dedicar tiempo a disfrutar de ellas, se dibujan como otra de las partes esenciales de nuestra satisfacción vital.

La generosidad es uno de los mayores “disparadores” de nuestro estado de ánimo. Sea llevar a alguien al aeropuerto o implicarnos en actividades de voluntariado, su influencia es determinante en como nos sentimos.

Estos son algunos de los factores que influyen en nuestra felicidad apoyados en la ciencia. Hay muchos más, que repasaremos en próximas ocasiones.

Un comentario

  1. Me tardo tiempo comprender el papel que la genetica juega en la felicidad,,,de nina no entendia a mis herman@s y su forma de ver la vida,,,,,cuando fui madre,,ausmi que mis hijas serian como yo,,,ellas empezaron a crecer y a expresar su forma de pensar y ser,,y yo empeze a tener problemas para comprenderlas,,,y a querer cambiarles su forma de ver al mundo,, a querer combencerlas que la vida no era como ellas la veian ,,y lo unico que logre es que se sintieran incomprendidas,,,,,,y fue entonces cuando me cayo el 20,,, «»oh entonces es que estos asi nacen «» (o sea las personas que se dicen a si mismas realistas pero que en los ojos de los optimistas,,son pesimistas) ,,, y desde entonces mas agradecida me senti con la vida,,con la genetica,,o con quien se encarga de repartir las personalidades,,,algo que noto en las personas optimistas,,,es que nos gusta mucho como somos,, y presumimos nuetros defectos como si fueran cualidades,,,nos da risa tenerlos ,,yo no me complico mucho la vida,,,y eso me gusta,,aunque a los que me rodean,,,les hace jalarse los pelos jajajjajaja
    creo que con informacion y trabajo en uno mismo,, todos podemos lograr tener una vida mas feliz,,,a veces no sabemos como,,y ahi es cuando entran en juego ustedes,,,los profesionales,,a ensenarnos a tener una optima calidad de vida,,,GRACIAS <3

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