La actitud es lo que más va a contar a la hora de hacer un balance sobre nuestro estado de ánimo. Podemos reaccionar a todo lo que nos venga encima consumiendo muchas de nuestras energías o podemos elegir qué y cómo lo hacemos. Saber discernir estas opciones, especialmente en situaciones negativas, puede tener una importancia crucial sobre nuestro bienestar mental.