¿No están cansados de tener prisa todo el rato? Parece que el mundo se nos fuera de las manos, que no supiésemos dosificar lo que tenemos que hacer. Y, en muchas ocasiones, nos vemos inmerso en una espiral de prisa. En la cual parece que no tenemos tiempo para hacer nada. Que sea lo que sea siempre nos queda algo por hacer. Que no somos capaces de disfrutar mínimamente, el momento..
Y a nuestro lado continuamente, nos están repitiendo que vivamos el presente. Que es el único momento que existe. Que dejemos de mirar al futuro y preocuparnos por él. Que el pasado, pasado esta. Y otra cantidad de sandeces, que lo que consiguen, en general es hacerlo sentir una sensación de incapacidad permanente. De falta de compromiso con nosotros mismos.
Frente a esto realmente, solo podemos tomar dos actitudes: una resignarlo, y vivir una vida de frustración; otras tomar las riendas de nuestra vida y ponernos a ello.
Si nos decidimos por esta segunda opción, empecemos organizando nuestra vida y nuestro tiempo. Con mucha paciencia, con mucho cariño, y con mucha compasión con nosotros mismos. No vamos a ser capaces de hacer todo lo que creemos que podemos hacer, en el tiempo que queremos hacerlo.
Pero, pero poco a poco, siendo realistas con lo que podemos conseguir, nos terminaremos sorprendiendo, con el paso del tiempo, de todo aquello que hemos logrado..
Este será nuestro mayor motivación para continuar con nuestros proyectos y con nuestros objetivos.
El jueves que viene les espero por aquí. Sin prisas.