Supongo que es tentador tratar todo como si fuera un clavo, si la única herramienta que tienes es un martillo
Abraham Maslow
La psicología no tiene trucos. Los trastornos mentales no se solucionan con magia. Ni con remedios ocurrentes «que a mi me funcionaron». Esto es peligroso. Y mucho. La intervención psicológica se fundamenta en la evidencia científica. En la corroboración de los resultados de sus propuestas clínicas por medio de la investigación.
La proliferación de consejos sobre «estilos de vida», ha ido derivando cada vez más hacia la inclusión de recomendaciones sobre la ansiedad o la depresión, y otros trastornos mentales que requieren de la intervención de un psicólogo o psiquiatra.
Estas «soluciones mágicas», resultan de lo más variopinto y pueden ir desde la recomendación de la «ducha fría» hasta que nos tomemos este u otro «remedio natural» para mejorar nuestro estado de ánimo.
Nos introducimos así en un complicado y pantanoso espacio donde podemos estar sugiriendo a personas que necesitan terapia psicológica, las más irresponsables soluciones «mágicas». Algo totalmente intolerable.
Llegados a este punto, me gustaría dejar claro que el tratamiento de los trastornos mentales corresponde exclusivamente a psicólogos y psiquiatras. Y quien puede decidir si alguien necesita de terapia psicológica, son estos profesionales. Y no otros. En España y en otros países, además, estas especialidades sanitarias están sujetas a sus respectivos colegios profesionales, en los cuales se puede ejercer el derecho a reclamación.