A estas alturas ya sabemos que tenemos que hacer ejercicio, al menos una hora al día, a ser posible, todos los días de la semana. Pero ¿qué hacemos el resto del tiempo? En mi caso, trabajo sentado y, lo confieso, ¡uso mucho el coche!

bench-walkerDesde luego que es magnífico que nademos, caminemos, hagamos Pilates. Estamos en el buen camino. Especialmente si conseguimos que se convierta en parte de nuestros hábitos diarios. Pero, si después de hacerlo nos tiramos en el sofá o nos pasamos horas frente al ordenador, quizás deberíamos plantearnos introducir un poco de actividad física adicional en nuestra vida.

Si quieres sentirte bien, no puedes permanecer sedentario el resto de la jornada. Si queremos evitar los efectos perniciosos de estar mucho rato sentado, hemos de buscar la manera de movernos más, además de nuestro ejercicio regular.

  1. Ejercicio extra. Has terminado con tu carrera mañanera o con tu clase de spinning ¡magnífico! Ahora tienes el resto del día para tomar algunos tentempiés de ejercicio extra. Quizá una caminata después de comer o subir las escaleras siempre que puedas. O bien dedícale un rato a planchar o a arreglar tu casa. Puede que la idea no te resulte muy atractiva puesta así, pero prueba con un poco de música motivadora, y verás las calorías que quemas, lo bien que duermes y ¡lo limpito que queda todo!
  2. Actividad familiar. Dedicarle tiempo a la familia es algo que siempre tenemos en la lista, pero en pocas ocasiones lo programamos. Parece que lo damos por hecho y ya está. Hacer una excursión, ir a una playa alejada, jugar a los bolos, te dará además de unos ratos inolvidables juntos, la posibilidad de quemar unas calorías extras.
  3. Usa tu peso. Esto es algo que a unos nos costará más que a otros. No es necesario comprar aparatosos utensilios de gimnasia (que arrimaremos con facilidad). Unos abdominales o flexiones incorporados en el día a día, consiguen un efecto mucho más beneficioso que cualquier complicada e incómoda máquina.
  4. Actividades culturales. A nuestro alrededor, diariamente, existe una oferta cultural y de ocio que, muchas veces, ignoramos. Ir a una exposición, un concierto o una obra de teatro al aire libre, de las que se programan en el verano, son buenas opciones.
  5. Actividades solidarias. Aunque pueda resultar frívolo, implicarse en la ayuda a otras personas, mejora nuestra salud, no solo la mental, también la física. Por si tenían alguna duda les doy un argumento más para dar el paso hacia ello.

Encontrar formas de movernos más, mejorará toda nuestra salud. Hacer el amor es una propuesta que tiene otros muchos beneficios además de la quema de calorías. Pero eso ya lo saben ustedes. ¿A qué esperan?

Si quieren aprovechar estos días de vacaciones para mejorar su actividad física aquí les dejo la Guía de la Universidad de Harvard para la Actividad Física.

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