No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de como no hacer una bombilla

Thomas A. Edison

Para aumentar nuestra fortaleza mental, solo necesitamos cambiar nuestra perspectiva. Cuando llegan los tiempos difíciles, quienes la hacen sufren tanto los demás. La diferencia es que entienden que los momentos difíciles de la vida ofrecen lecciones valiosas y son estas duras lecciones las que construyen la fortaleza que necesitamos para superarlas.

La fortaleza mental es un componente esencial de la resiliencia, que es nuestra capacidad de sobreponernos y salir adelante en las condiciones más duras y difíciles. A menudo, no somos conscientes de tenerla, hasta que nos vemos en una de estas situaciones y nos encontramos abordándola como nunca hubiésemos pensado que íbamos a poder.

Para desarrollar esta fortaleza mental se requiere hacer muchas cosas que otras personas no hacen. Se trata de hacer habitualmente las cosas que nadie más está dispuesto a hacer. De llegar más allá de dónde creíamos que llegaríamos.

Tienes que luchar cuando ya te sientes derrotado. En el deporte es la energía “de fatiga”, de la que hace uso un ciclista o un maratoniano, cuando parece estar exhausto. En la vida diaria, es desarrollar una confianza en nosotros mismos que nos impulse a ir más allá, aunque lo que más deseemos sea abandonar o no seguir intentándoloLo mismo se aplica al éxito en el lugar de trabajo. Siempre tienes dos opciones cuando las cosas empiezan a ponerse difíciles: puedes superar un obstáculo y crecer en el proceso o dejar que te gane.

Los humanos somos criaturas de hábitos. Si renunciamos cuando las cosas se ponen difíciles, la próxima vez será mucho más fácil dejarlo. Por otro lado, si te obligas a superar un desafío, esta fuerza comienza a crecer en ti. Y llegarás más allá, incluso aunque parezca que no ibas a poder.

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