Se feliz ahora. Este preciso momento es tu vida.
Omar Khayyam
La felicidad es un sentimiento universal que todos queremos experimentar más. Pero también tenemos derecho a estar enfadados, con el humor bajo, tristes o aburridos. La ciencia de la felicidad nos dice que estar felices es, de hecho, una elección. Pero también nos dice que, en muchas ocasiones, esta decisión no es sencilla de tomar.
Vivimos preocupados por el pasado y haciendo planes para el futuro mientras nuestra vida pasa al lado y, a veces, nos deja de lado. Les propongo unos recordatorios de porque debemos ser felices ahora y no esperar mucho tiempo.
1. Hay personas que nos quieren y dependen de nosotros. Fijémonos. ¿Cuántas personas quieres?¿Cuantas personas te quieren? Es un buen ejercicio para tomar conciencia de algo que solemos dar por hecho, hasta que no lo tenemos. Y además es algo que no depende de cómo vayan las cosas. Quien te quiere, lo hace aunque estés insoportable.
2. La vida puede cambiar radicalmente en un momento. Lo único cierto de la vida es que resulta impredecible. Podemos perder nuestro trabajo, faltarnos alguien querido o que nos diagnostiquen una grave enfermedad. Mejor no esperar para ser feliz. Y además, si lo eres ahora, todas estas circunstancias impredecibles, las afrontarás mejor.
3. Las personas felices tienen mejor salud y relaciones. Y funciona en ambos sentidos, por esto es difícil saber que va primero. Aunque yo me decanto por poner una sonrisa y ver que pasa. La esperanza de vida en aquellas personas que se describen como felices es mayor. Y sus dolencias menores ¿o quizás no les prestan tanta importancia?
4. Las personas felices son más productivas. Lo cierto es que protestar, quejarnos o estar de mal humor consume mucho tiempo y exige un gran esfuerzo para centrarnos en lo que queremos hacer. El optimismo y la motivación consiguen que nos enfoquemos mucho mejor y que consigamos hacerlo mucho más rápido.
Por si todo esto no fuera suficiente, sabemos que el mundo necesita gente feliz para avanzar.
Puede resultar una obviedad. Pero nada cambiará si no estamos en disposición para hacerlo. Y para ello hay que creérselo. Es decir tenemos que confiar, ser optimistas para lograrlo. Y eso es ser feliz.