Negar u ocultar nuestras debilidades es negarnos a nosotros mismos. Entenderlas, aceptarlas y, modificarlas con compasión y amabilidad, apoyándonos en nuestras fortalezas, es el camino sano hacia un concepto integrador de quienes somos.
Negar u ocultar nuestras debilidades es negarnos a nosotros mismos. Entenderlas, aceptarlas y, modificarlas con compasión y amabilidad, apoyándonos en nuestras fortalezas, es el camino sano hacia un concepto integrador de quienes somos.