Lo que nos dice la ciencia de la conducta es que los mensajes deben ser claros y evitar tonos excluyentes.
Mensajes claros positivos y, si es posible segmentados, por edad, características culturales y geográficas, son la base para ayudar al público a seguir las reglas de distanciamiento físico, uso de mascarilla, e higiene, para evitar los rebrotes del coronavirus.
Los mensajes que son autoritarios o con que propician la división social tienen un efecto opuesto.
Estos consejos, que se recogen en el Journal of Epidemiology & Community Health, fueron propuestos nueve académicos, incluidos profesores de psicología de la salud, educación y neurociencia, dirigidos por Chris Bonell, Profesor de Sociología de la Salud Pública en la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
Los autores establecenn 11 principios clave de comunicación que los autoridades deberían seguir, basados en las ciencias del comportamiento y el estudio de otras infecciones como el SARS y el MERS.
Al seguir estos principios de comunicación, las intervenciones gubernamentales sobre las medidas de protección individual y grupal “es más probable que logren los resultados previstos y menos a generar consecuencias no deseadas», comentan los autores.
Los principios clave son:
• Orientación clara y específica.
• Protegernos unos a otros. Bien común.
• Unidad. Esto nos toca a todos como sociedad.
• Esto es lo que somos. Resiliencia como pueblo.
• Evitar mensajes basados en el miedo o el asco.
• Evitar mensajes autoritarios
• Hacer un plan y revisarlo regularmente
• Hacerlo posible. Facilitar las cosas.
• Estilo de mensajería claro
• Teoría del cambio. Somos resistentes a él.
• Co-diseño. Interlocutores sectoriales.
Los autores amplían algunos elementos de estos principios clave.
Orientación clara y específica
La información por sí sola no siempre asegura un cambio de comportamiento masivo, pero sigue siendo importante, y el público necesita orientación clara, específica y consistente sobre exactamente qué comportamientos deben adoptar para una mayor protección.
Los mensajes deben centrarse en la importancia de cómo el cambio de comportamiento nos protege a todos, incluidos a los más vulnerables o expuestos -además de a nuestros seres queridos-. Debería incluir ejemplos concretos, imágenes y voces reales de personas pertenecientes a estos grupos. Advierten también que un enfoque general, que no reconozca el impacto de la edad, la exposición o la vulnerabilidad, pueden llevarnos a una “difusión dela responsabilidad”, es decir, a considerar que son otras personas las que deben cambiar, no nosotros.
Mensajes basados en el miedo o el asco.
Los mensajes no deben buscar miedo o recriminación en respuesta al comportamiento de los demás, además de no adoptar un tono autoritario. «Los mensajes basados en la coerción y la autoridad pueden, en algunas circunstancias, lograr grandes cambios a corto plazo, pero pueden ser difíciles de mantener a largo plazo”, añaden. Mantener la tensión y la vigilancia individual no se consigue con este tipo de comunicación.
Protégete.
Este tipo de mensaje tienen un impacto general limitado, dada la poca percepción de riesgo que tenemos de graves consecuencias de la infección por COVID-19 además de ser poco probable que convenzamos de lo contrario.
Por otro lado, mensajes del tipo «estar juntos», que enfatizan la pertenencia a grupos, desde familias hasta el territorio, unidos por un sentido de la responsabilidad, la solidaridad y la inclusión, son mucho más efectivos. Los mensajes deben provenir de personas de confianza, personas influyentes de las redes sociales y celebridades, en lugar de aquellos considerados partidistas o interesados y adaptarlos por edad, género, creencias culturales …
Esto es lo que somos
Este principio se basa en las reglas informales que rigen la cultura y el comportamiento del grupo, y deben evitar centrarse en comportamientos indeseables, como «no compre pánico» o «no incumpla las reglas”.
Estos son algunos principios básicos que pueden contribuir a mantener la necesaria “tensión” y vigilancia, que vaya consolidando las cambios necesarios que necesitamos asumir en tiempos de COVID19.