Muchas veces no nos queda otro remedio que lidiar con situaciones complejas y, en cierta forma, tóxicas. Puede ser una persona de nuestra familia, un compañero de trabajo, alguien que es amigo de alguno de nuestros amigos. Nuestra tendencia natural -y lógica-, es a evitar este tipo de situaciones. Pero no siempre es posible. Para estas situaciones, espero que estas indicaciones pueden resultarnos de ayuda.
1. Acepta que estás en una situación difícil
Las opciones aquí son bastante limitadas, y, extrañamente, la aceptación es siempre la mejor opción. Podemos juzgar y criticar a la otra persona, pero esto probablemente lo que conseguirá es que nos sintamos tensos y solitarios. Podemos llegar a sufrir ansiedad o depresión. O pretender que no nos afecta o que, simplemente no están ahí, bloqueando sus emails o ignorando sus mensajes de texto.
Todas estas son tácticas de resistencia, y no nos protegerán. Irónicamente, permitirán que la otra persona esté más presente en nuestra cabeza.
Lo que funciona es aceptar que nuestra relación con estas personas es muy difícil, y que estamos tratando de hacerlo mas sencillo. Esta aceptación suave no significa que usted está resignado a que la situación nunca mejorará. Tal vez lo hará, y tal vez no lo hará. Aceptar la realidad de una relación difícil nos permite suavizarla. Y esto nos permite un cierto distanciamiento emocional en una situación que no es sencilla.
2. La otra persona probablemente te dirá que tú eres la causa
Esto no es verdad. No eres responsable de sus emociones. Nunca has sido, y nunca lo serás. No te hagas responsable de su sufrimiento; Si lo haces, nunca tendrán la oportunidad de asumir la responsabilidad por sí mismos.
3. Di la verdad
Cuando mientes (quizás para evitar molestarlos), te conviertes en cómplice en la creación y el mantenimiento de su realidad, que es venenosa para ti. Pero mentir es muy estresante para los seres humanos, quizás lo más. Los detectores de mentiras no detectan mentiras, sino el estrés subconsciente y el miedo que provoca la mentira. Esto no hará que la relación sea menos tóxica.
Así que, en su lugar, di la verdad. Asegúrete de decirles tu verdad en lugar de tu juicio, o lo que usted cree que es verdad para otras personas. Se trata de manifestar lo que tu crees, en lugar de usar lo que otros crees que creen.
Se necesita coraje para decir la verdad, porque a menudo hace que la gente se enfade. Pero probablemente lo estarán de todos modos, no importa lo que hagas. Es casi seguro que no les gustará esta novedad, y eso hará probablemente que lo eviten o te eviten en el futuro. No hay mal que por bien no venga.
4. Evita reaccionar
Es normal que quieras hacerlo. Que quieras responder para defenderte, pero recuerda que el enfado y la ansiedad te debilitan.
Cálmate. Respira. Y, en la medida de lo posible no reacciones. Sea a un mensaje, email o a una situación que se produce en persona. Mantén el silencio incluso aunque resulte embarazoso para las personas que te rodean. Tu no eres quien tiene la responsabilidad de ello. Si respondes, así será. Si es necesario, y puedes hacerlo, vete. Recuerda que no tienes porque aguantar la falta de respeto de nadie.
5. Perdona
Hazlo como una forma de cambiar la dinámica de la situación. Cambia radicalmente y, en lugar de seguir su propuesta tóxica de interacción, ofrécele un café, un descanso o un vaso de agua.
Se trata de salir de un estado mental de alerta defensiva. No de conseguir que la otra persona lo haga. Es incluso muy probable que esto la enfurezca aún más. Pero tu ya no estarás ahí. Al menos emocionalmente. ¿Recuerdas aquello de que dos no pelean si uno no quiere?
Es un paso muy radical. Que debe tomarse con una mentalidad compasiva. Quizás es lo más complicado de lo que te proponemos hacer. Se trata de entender el sufrimiento que hace que la otra persona actúe así. Es liberador cuando lo consigues, pero no es nada sencillo de hacer.
Qué bien me viene esto ahora😊🤐😷😉, gracias.