O como estamos propagando un bullying emocional

No existen las personas tóxicas. Ya está bien.

Las personas tenemos momentos buenos, momentos malos. En algunas ocasiones esto puede durar más de un tiempo. En otros momentos, nos comportamos así casi de forma habitual.

Pero la palabra es eso, comportamiento. Es nuestra conducta. No como somos.

Este concepto de personas tóxicas, vampiros emocionales, que se ha puesto de moda propagado por una moda pseudopsicológica del placer, está consiguiendo que practiquemos una especie de bullying, a personas que lo que realmente necesitan es que les ayudemos.

Pueden estar pasando una mala racha, y lo que necesitan es precisamente es lo que les estamos negando.

Es verdad que, en muchos casos, la ayuda no se la podremos dar nosotros porque, según ellas mismas, podemos formar parte de su problema.

Con los comportamientos tóxicos tenemos que tener en cuenta que hay dos vertientes.

Uno, la persona que lo emite. ¿Qué problema tiene?¿Por qué se comporta de esa forma?¿Qué puede estar manteniendo su conducta (auto) destructiva?¿Qué características definen ese comportamiento?

La otra parte es como nos afecta a nosotros ese comportamiento. ¿De qué forma estamos respondiendo a él?¿Estamos contribuyendo nosotros, en alguna forma, a su mantenimiento?

Obviamente, corresponde a quien tiene un comportamiento tóxico, cambiarlo. En muchos casos, puede ser con nuestra ayuda, si es alguien querido, o alguien cercano.

Pero en otros casos, no va se posible. No aceptan la necesidad de cambiar y nosotros deberemos reaccionar durante un tiempo con contramedidas a estos comportamientos tóxicos.

La mejor -el silencio-. Ignorar. Pero no a la persona, sino a sus comportamientos inadecuados, poco respetuosos o desgradables. No responder a las provocaciones.

En cierta forma, la mejor reacción es, precisamente, la ausencia de reacción.

Hoy les dejo con mi frase del principio. No existen las personas tóxicas. Si los comportamientos. Y eso, se puede cambiar. En próximas entregas aprenderemos como.

Gracias. Y recordarles que esperamos sus propuestas y preguntas. ¡Hasta el jueves que viene!

Un comentario

  1. Me alegra mucho que hayas publicado esto, estoy plenamente de acuerdo, decir que las personas son tóxicas evita plantearse que no ha funcionado por nuestra parte, es una especie de superioridad moral que no es cierta.

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