Grande es el poder de la tergiversación constante.
Charles Darwin

Hay tres tipos de mentiras: omisión, cuando olvidamos los hechos; comisión, cuando establecemos hechos falsos; y una tercera, más difícil de detectar y combatir, cuando alguien utiliza hechos ciertos para confundirnos o llevarnos a donde quiere.

La tergiversación de la verdad para beneficio propio, sea del tipo que sea es, sin duda, el más común de todos ellos. Sus formas son infinitas y las encontraremos en los ámbitos más diferentes. Se trata de retorcer la verdad para ganar a toda costa. Y esto, desgraciadamente, es lo único que parece importante. Si vale para nuestra ganancia, estará bien.

Lo hacemos todos, en mayor o menor medida. No es sencillo de detectar y aunque  consigamos, desactivarlo, puede resultar todavía más complejo.

Imaginen alguien quien nos está tratando de vender una casa y nos dice que “está en un buen vecindario”, “bien comunicada” o “cerca de todo”. Pero olvida decirnos que es un entorno muy ruidoso, con mucho tráfico y con mucha actividad nocturna. No nos ha mentido. Simplemente no nos ha contado toda la verdad.

Este tipo de estrategias funciona porque no es una mentira en el sentido que pensamos que es. Y hace muy difícil acusar a alguien de que lo pueda estar haciendo. De hecho, si lo hacemos, especialmente en algunas situaciones, puede hacernos quedar peor que el tergiversador. Entonces ¿qué podemos hacer?. Estas serían algunas posibilidades.

Anticipación. En determinadas situaciones, como la anterior, o las relacionadas con negociaciones, tanto personales como laborales, estar atento y pedir más información, puede ser una forma hábil de desactivar las medias verdades.

Vigilar el lenguaje. Frecuentemente, este tipo de mentiras, vienen acompañadas de exageraciones o vaguedades. Tienen como objeto distraernos de lo que no se quiere compartir.

Preguntar si o no. Estar muy atentos a la forma de responder a preguntas cerradas. Generalmente quien oculta algo, no va a hacerlo de forma clara.

Estas y otras estrategias que dejen poco espacio a quien trata de mentirnos, tergiversando, nos dejan mucho más cerca de evitar que nos engañen.

Una última, que me gusta especialmente, es el silencio. Quien está intentando engañarnos, espera nuestra respuesta a su manipulación. Si no la recibe, es más probable que cometa un error.

Un comentario

  1. Cuando creces en una familia que lo unico mas penado que la mentira es robar,,asumes que en todas las familias se maneja una moral parecida,,y cuando sales al mundo,,no sabes que hay personas que mienten como forma de vida,,, yo he mentido,,eso si, lo menos posible, — mama voy a la iglesia –(para poder salir) es mi mentira tan repetida que no va a alcazanzar perdon jajajajja
    Yo convivi con Pinocho, manejaba los tres tipos de mentira a la perfeccion,, de echo invento un cuarto tipo, mentira con manipulacion ,,, pero sabes que? las consecuencias tarde que temprano nos alcanzan,,si no preguntale a Pinocho,,,pero ya no te puede contestar,,,,,lo incorrecto ejercia en el tal fascinacion al grado de perderlo todo, aun su vida,,nunca reconcia su errores, no mostraba arrrepentimiento,,,y era carismatico,,cuando queria o le combenia,,
    De una cosa estoy segura si yo hubiera tenido la madurez que tengo y la inforamcion de este blog,,,hubiera estado mas preparada para lo que venia,,pero me agarro de sorpresa,,,, BUENAS NOCHES <3

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