https://youtu.be/6z5zxkwj2us
No todo lo que parece empatía … lo es.

En muchas ocasiones, cuando hemos tenido una pérdida o una sucesión dolorosa, en nuestra vida, observamos cómo se acercan a nosotros una serie de personas, supuestamente para consolarnos.

Más allá de quien viene sinceramente, y con cierta torpeza, a hacerlo, nos encontramos con otras muchas que piensan, que por haber estado experimentando una situación dura creen un cierto derecho a entrar en nuestra intimidad.

Ocurre cuando alguien que prácticamente no conocemos se acerca para animarnos, para contarnos algo similar que cree que le ocurrió sin tener toda la información, o simplemente por pura curiosidad.

En este vídeo de hoy les animo a poner límites entre ustedes y otras personas, en este tipo de situaciones. El hecho de que uno se encuentre mal abre una puerta a un supuesto derecho de empatía falsa, que otras personas creen tener.

La mejor forma de ayudar a alguien cuando pasa en algún momento malo de su vida es estar a su lado, pendiente de lo que pueda necesitar, dejándole espacio.

Y desde luego siempre que nuestra relación con ella o con él se acercan y nos de permiso para poder entrar en su ámbito privado.  

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