Fluir es uno de los conceptos que se ha colado en los últimos años en nuestra vida. Y tiene mucha relevancia en la práctica del Mindfulness.
Fluir significa estar en sintonía con lo que está pasando en cada momento sin luchar por cambiarlo todo, incluido tú. Significa estar en el momento presente, y dejar de luchar por querer estar en otro lugar, en otro tiempo, en otra experiencia. Cuando haces lo contrario, y en vez de vivir el momento, luchas y te esfuerzas por intentar que todo sea de otra manera, con frecuencia solo consigues lo contrario, como cuando buscas desesperadamente un objeto para darte cuenta después que lo tenías a tu lado en todo momento.
Cuando luchas con demasiada intensidad por alcanzar alguna meta o cambiar algo, adoptas una especie de visión en túnel que te impide ver lo que tienes delante, como el buscador de ostras que fue incapaz de ver una enorme perla justo al lado de una de las ostras porque no estaba buscando perlas, sino ostras.
Fluir significa permitirte cambiar del modo de funcionamiento que podríamos llamar «luchar y lograr» al modo «dejarse llevar y descubrir». A veces, la solución a un problema está delante de ti, pero te has empeñado tanto en luchar con dar una solución determinada siguiendo un camino determinado, que ni siquiera la ves. Por tanto, la próxima vez que te estés esforzando demasiado por algo sin obtener más resultado que frustración y ansiedad, detente, deja de luchar y fluye con el momento. En vez de tratar de hacer que suceda, tan solo permite que suceda por sí mismo.
Fuente: About.com