¿Es mi hijo o hija, un acosador?

Recientemente se ha hecho viral un video de un niño al que insultaban y vejaban en la celebración de su cumpleaños.

No son cosas de niños o de niñas. Depende de nosotros, padres y madres y sociedad en general, cambiar esto.

Es verdad que nadie es perfecto y que la mayoría de progenitores hemos visto u oído a nuestros hijos ser malo con otros. Pero, en muchas ocasiones, no le prestamos atención.

Nadie pensamos en nosotros como padres o madres de alguien que acosa. 

Pero sí te preocupa que tu hijo o hija, pueda ser un acosador, hay algunos signos sutiles de acoso que debes tener en cuenta.

Los niños y niñas que recurren a la intimidación, desprecio o violencia hacia otros, a menudo no tienen la intención de ser crueles, pero pueden existir muchas razones para ello. 

Puede ser baja autoestima, un hogar conflictivo, impulsividad, malas relaciones y conexión con los demás, poco control sobre sus emociones, incomodidad social o una necesidad desesperada de encajar.

La experiencia de ser castigado siempre por las consecuencias de estas conductas puede conseguir que la violencia y agresión se convierta en una forma de actuar consolidada.

Ser agresivo puede convertirse en un patrón de por vida que dañará su futuro.Y está en nuestras manos cambiarlo.

Aquí tienes 5 signos de comportamiento que pueden indicar que tu hijo necesita ayuda.

1. Falta de empatía

No trata de ponerse en el lugar de otras personas. No muestran compasión o empatía y no piensan en cómo se pueden sentir los demás. Culpa a otras personas y no asume la responsabilidad de sus acciones.

2. Obsesión por encajar

Esta muy pendiente de la jerarquía y estatus social. Esto puede llevarle a caer en situaciones de acoso para conseguir encajar.
Quieren proyectar una imagen que les coloque en una situación atractiva, un fenómeno que se potencia mucho por el uso compulsivo de las redes sociales

3. Experiencias previas con ira, violencia o intimidación

Ha experimentado y presenciado intimidación, violencia, maltrato, ira y castigo.
Ha aprendido a ver la agresión y el castigo como una respuesta a sus problemas.

4. Tendencia a menospreciar a otras personas.

Tiende a menospreciar a otras personas, señalando sus defectos, ridiculizándoles, además de insultarlos.

La baja autoestima, puede hacer que se vuelvan desdeñosos y menosprecien a otros. Esta es una clara señal de que su hijo necesita su ayuda para sentirse mejor consigo mismo y no recurrir a la intimidación de otros.

5. Problemas de conducta recurrentes

Tiene dificultades para controlar sus emociones. Tiene un historial de problemas de comportamiento y notas que comparten algunos de sus compañeros y compañeras. 

Son impulsivos durante las disputas que llevan hacia el insulto y la agresión física con frecuencia. 

El bullying es un tema complejo y los progenitores pueden ayudar, identificando estas señales, y tomando las medidas adecuadas para cambiar su conducta. y que acosar a otras personas no se convierta en un hábito de por vida.

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