Si no nos hacen sentir bien ¿porque tenemos emociones negativas?. Lo cierto es que todos nos sentimos tristes, ansiosos, o enfadados en algún momento de nuestra vida. Y no nos gusta. Por esto, hemos denominado a este tipo de emociones como “negativas”. ¿Pero lo son en realidad?
No sentimos tristes cuando perdemos alguien que queremos. O ansiosos cuando vamos a una entrevista de trabajo o tenemos un examen. Podemos sentirnos enfadados cuando alguien se aprovecha de nosotros. En definitiva, estas emociones son un reflejo de cómo nos sentimos y responden a una realidad emocional que, en muchos casos, es difícilmente evitable.
Sin embargo, para enfrentar a estas emociones, algunas personas deciden ocultarlas, tratar de ignorarlas o, simplemente evitarlas. Se sienten enfadados, por estar tristes, intentan ignorar la ansiedad que le produce la entrevista de trabajo, o disimular como se sienten tras un desengaño con alguien que les importaba. La consecuencia de este es que consiguen hacerse más daño. Ignorar los indicadores del dolor no va a hacer que este desaparezca o que la fuente que lo produce se desvanezca por arte de magia.
Si fuésemos capaces de ver las emociones como datos y ver qué mensajes nos están enviando sabríamos que: nos sentimos tristes cuando perdemos a alguien, porque esto refleja cuánto lo queríamos y cuánto deseamos que esa persona siguiera con nosotros;
Nos sentimos ansiosos por un examen o una entrevista trabajo porque aprobarlo o conseguirlo puede ayudarnos conseguir aquello que es importante para nosotros; O nos sentimos enfadados cuando alguien nos trata injustamente porque sabemos que hemos dado todo lo que podíamos de nosotros mismos.
Las emociones mal llamadas negativas son simplemente un indicador de esto. Elijamos aprender de ellas, y de lo que nos están diciendo. Y recordemos siempre que no controlan nuestra conducta. Al contrario, están ahí para decirnos quienes somos y lo que nos importa. Son una fuente de aprendizaje esencial que tenemos a nuestra disposición.