El momento actual está lleno de alegría y felicidad. Si no estás atento, no lo ves.
Thich Nhat Hanh
La semana pasada dimos algunas claves para conseguir ser más felices. Hoy les dejo algunas más.
Las experiencias son mucho más valiosas que lo material. Divertirnos, y si lo hacemos en compañía, es una fuente inagotable de energía (positiva). Al hacerlo parece como si nos recargásemos, como si recuperásemos algo de lo que teníamos cuando éramos pequeños y disfrutábamos de las más pequeñas cosas. El contacto con otras personas, en un entorno lúdico, es un potente revitalizador emocional, que deberíamos propiciar más a menudo.
El ejercicio físico. Esto es mucho más que romper a sudar o quemar calorías. Son varios los estudios que nos muestran que la actividad física, está asociada a mayores niveles de satisfacción con nuestra vida. La influencia que puede tener en nuestra salud mental es algo cada vez más considerado por la psicología. Su importancia en el tratamiento de trastornos como la ansiedad o la depresión, se han demostrado como muy valiosos. Esto no quiere decir, en absoluto, que éstos se traten exclusivamente con el ejercicio físico.
Meditación. La influencia de esta práctica en nuestro día a día, contribuye a que consigamos estar en el presente. Experimentar el ahora y conseguir no perdernos en expectativas o recuerdos que nos condicionen. El mindfulness, utiliza la meditación para ayudarnos a estar en conexión con nosotros mismos.
Curiosidad. Nunca debemos perderla. Es la forma que tiene nuestro cerebro de aprender. Y esto nos hace muy felices. Nos gusta aprender. Consigue que trascendamos más allá de nuestra visión estrecha y condicionadora. Es importante porque nos ayuda a ver la vida desde otros puntos de vista, contribuyendo al cultivo de la empatía y la compasión.
Estas y otras son fuentes de felicidad, investigadas y corroboradas por la ciencia. ¿A qué esperas para ponerte a ello?