study-1376492_640Comienza el curso escolar y con ello tenemos que cambiar, radicalmente, muchas de nuestras rutinas. Es un buen momento para tener en cuenta algunas indicaciones que nos pueden ayudar a sacar un mayor rendimiento de nuestro tiempo. Y no solo para los estudiantes

¡Vale para todos nosotros!

Alcanzar nuestras metas probablemente nos exija un nivel de aprovechamiento del tiempo que no hemos alcanzado, ni necesitado, antes. La manera en que empleamos nuestro tiempo es una cuestión de hábitos. Aquí te sugerimos algunas estrategias básicas que, con algo de esfuerzo, pueden ayudarte a organizar y aprovechar tu tiempo.

Algunas técnicas para organizar eficazmente el tiempo

Crea un espacio para ti, libre de distracciones y comprométete a permanecer allí trabajando por periodos de entre 1 y 2 horas.
Reconoce que tus obligaciones son tan importantes como las necesidades y requerimientos de los demás. Establece límites en cuanto a que te interrumpan o alteren tu horario de trabajo.

Diseña un horario personal de trabajo, y utiliza un calendario visible. Puedes seguir estas pautas:

  1. Haz una lista de todos los trabajos, exámenes y entregas con sus respectivas fechas.
    Divide las tareas complejas en fases o sub-tareas, con objetivos más fáciles de alcanzar, y asigna fechas límite para completarlas.
  2. Prioriza tus actividades. Ordena lo que debes hacer según su importancia.
    Evalúa tu progreso en esas sub-tareas. Si surge un problema intenta solucionarlo rápidamente. Si es necesario, reconsidera tus propias fechas límite.
  3. Identifica tus horas de mayor energía. Planifica las tareas y actividades que exigen mayor esfuerzo durante las horas en las que tienes más energía, y reserva tus horas de menos energía para el descanso y las actividades más relajadas, como por ejemplo hacer la colada.
  4. Planifica tu tiempo hora por hora. Recuerda incluir tiempo diario de sueño, comidas, vida social y un poco de ejercicios y/o relajación. Es importante que elabores un horario realista.
  5. Sé razonable en lo que esperas de ti mismo. Expectativas perfeccionistas o sumamente estrictas pueden hacer que te rebeles o pueden sabotear tu progreso.
  6. Prueba el horario que has diseñado. Como estás intentando algo nuevo, es lógico y recomendable ajustarlo tras ponerlo a prueba por una semana.
  7. Recompénsate por el trabajo bien hecho y por cumplir el horario. Te ayudará a no sentir resentimiento hacia la tarea hecha y hacia lo que aún te queda por hacer.

Obstáculos para organizar el tiempo

Mal cálculo del tiempo y la consiguiente sobrecarga de tu agenda

Aunque pueda resultar algo tedioso, intenta observarte y estimar con precisión el tiempo que te lleva cada una de tus actividades.

Estar demasiado disponible

Intenta controlar el “tráfico”: no respondas el teléfono, cierra la puerta, usa un cartel de “no molestar”.

La tiranía de lo urgente

Tanto la tarea de mañana como una llamada telefónica requieren nuestra atención. Ambos son urgentes, pero ¿cuál es más importante?

Distractibilidad

Mantener altos niveles de atención y concentración requiere a veces mucho esfuerzo.
Intenta entrenar tu concentración mediante periodos breves e intensos de atención y esfuerzo. Diez buenos minutos de esfuerzo, con objetivos a corto plazo, pueden ser muy productivos.

El hábito de la postergación: «Dejarlo para después»con demasiada frecuencia

Todos postergamos nuestras responsabilidades de vez en cuando. La clave está en saber qué cosas «dejamos para luego», cómo y por qué. ¿Qué tareas son las que más evitas? ¿Cuál es tu excusa favorita para postergarlas? ¿La televisión, Internet, las labores domésticas?

Si el hábito de postergar tus tareas se convierte en un problema serio, deberías buscar la ayuda de un profesional.

Miedo al fracaso

Nuestras autocríticas o descalificaciones “automáticas”, esa voz crítica en tu cabeza, aumenta el estrés, puede disminuir la motivación y la acción, distraer tu atención y concentración, reducir tu eficacia y, finalmente, brindarte una excusa para un mal resultado.

Perfeccionismo

El perfeccionismo sirve para inhibir la acción, evitar complicaciones, liberar ansiedad, y finalmente, te brinda una excusa para un mal rendimiento… (“Realmente no lo he intentado, así que no es un indicador fiable de mi capacidad.”). Refleja un pensamiento tipo todo-o-nada.

Algunos trucos para ahorrar tiempo

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