Sé útil primero a los demás, si quieres ser útil a ti mismo.
Séneca
¿Qué influencia ha tenido la pérdida de trabajos, la disminución de ingresos, el sentimiento de desesperación o la falta de control sobre esta pesadilla que parece no acabar?
Esta es la pregunta que un grupo de investigadores intentan responder en la Revista de Estudios sobre la Felicidad. Adelantan una respuesta, que es la más antigua de la humanidad: apoyándonos
Esta antigua costumbre de acudir al auxilio de nuestros congéneres más necesitados, tiene un nuevo nombre. Ya saben lo que a los psicólogos nos gusta inventarnos términos. A esto lo hemos llamado Capital Social.
Y ¿cómo se mide este nuevo concepto? Parece sencillo:
¿Cuántas personas son voluntarias en la comunidad?¿Cuántas le han hecho un favor a un vecino en el último mes?¿Cuántos han dado al menos 20€ para ayudar?¿Cuántos se reúnen habitualmente para hacer algo en familia?
Y otros muchos indicadores que pueden darnos una idea de a lo que se refiere este nuevo término. No se trata de grandes actuaciones, hablamos de pequeños detalles que componen una forma diferente de ver las cosas.
Los autores midieron el capital social y la felicidad en 255 áreas metropolitanas de y proponen:
“… las comunidades con una mayor implicación social son más felices que otras similares con menor implicación social y su felicidad disminuyó menos en respuesta al incremento del desempleo.”
El capital social tiene un efecto protector. Y sus beneficios son perennes. Las virtudes prosociales como la confianza y la reciprocidad son el corazón de la vida en comunidad. Este estudio concluye que los seres humanos son más que seres sociales, son lo que denominan seres prosociales. Su felicidad no solo deriva de hacer cosas con otras personas, sino de hacer cosas por los demás.
Quizás esto nos puede hacer entender, en cierta forma, como estamos soportando una tras otra medida que mina nuestro bienestar social y nuestros derechos.
Nos estamos apoyando unos a otros. Es nuestro mérito, como sociedad. Y no conviene olvidarlo.