Una pantalla gigante de rayos X situada en Santa Mónica (California) reunía a decenas de personas el pasado San Valentín. Tras ella había dos personas besándose, abrazándose, bailando… pero los espectadores solo podían ver sus esqueletos, sin ninguna pista sobre qué se escondía detrás. La sorpresa llegaba cuando se descubría que las parejas eran de personas del mismo sexo, de diferente raza, de diferentes religiones, de edad avanzada, etc. Se trataba de un acto de la campaña Love Has no Labels (El amor no tiene etiquetas) contra la discriminación.

[youtube=http://youtu.be/PnDgZuGIhHs]

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *