He experimentado de todo, y puedo asegurar que no hay nada mejor que estar en los brazos de la persona que amas
John Lennon
Es lo que decimos en muchas ocasiones cuando vemos a una pareja que conocemos o no, pero sentimos que están muy conectados, que se llevan bien, que hay química y contacto entre ellos. Desafortunadamente estamos acostumbrados a observar o suponer todo lo contrario. A mirar en negativo. A intentar averiguar porque una determinada pareja se ha separado. Y, les confieso que, a posteriori, resulta sencillo diagnosticarlo.
Pero ese no es el objetivo del artículo de hoy. Quiero compartir una serie de sugerencias que el especialista M. Gouldston nos propone en Psychology Today. Podríamos denominarlas los factores protectores de una relación de pareja.
- Irse a la cama al mismo tiempo. Un clásico de la psicología de pareja. ¿Recuerdan cuando no podían esperar el momento? Pues las parejas felices resisten la tentación de irse a dormir a distintas horas. Si no sigues creando las oportunidades ¿cómo esperas que sucedan?.
- Investigar intereses mutuos. Está muy bien que tengamos intereses individuales, enriquece la relación, desde luego. Pero hacer cosas juntos, inventarlas, aunque tengamos la sensación de que no existen, es una fantástica forma de sentirnos cercanos.
- Cojámonos de la mano. Pues si. Un clásico todavía mayor, pero totalmente contrastado. ¿Qué haces paseando tú delante mirando el paisaje? De la mano, abrazados o simplemente al lado es la forma de caminar juntos.
- Hagamos de la confianza y del perdón el modo por defecto. Si estamos en desacuerdo o discutimos, o nos enfadamos, las parejas felices vuelven rápidamente al su línea base. ¡Perdonar y confiar son otros dos pilares!
- Enfócate en lo bueno. Si buscas los defectos, los encontrarás. Si buscas virtudes también las encontrarás. La diferencia es que el segundo camino les hará más felices a ambos.
- Besos y abrazos. Nunca dejes de hacerlo al salir por las mañanas y al volver del trabajo. Nuestra piel tiene memoria y si no nos tocamos, sentirá que nos estamos rechazando y, poco a poco, nos alejaremos de nuestra pareja.
- Al menos una vez al día. Si, eso también es muy importante, pero aquí nos referimos a mantener el contacto durante el día, al menos una vez. Saber como lo lleva el otro, decirle que le queremos, contarles como nos va, es una manera de sentir nuestra relación.
- Siéntete orgullos@. Las parejas felices se sienten encantadas de que les vean juntos. Les gusta presentar a su compañero o compañera a sus amigos o conocidos. Caminan con la mirada alta.
Puede que muchas de estas propuestas nos resulten evidentes porque las hacemos a diario. Felicidades. Lo cierto es que los hábitos de las parejas felices son diferentes de las que no lo son. Pero no quiere decir que esto no lo podamos cambiar. Requiere consciencia de que lo queremos hacer y lo mejor es que con que empiece uno de los dos, es suficiente. Poco a poco, la otra persona se irá contagiando y se irán recuperando sensaciones, que sabíamos que estaban ahí pero que no éramos capaces de revivirlas. No tengamos miedo tampoco miedo de acudir a un profesional de la psicología para empezar este camino. Nos puede resultar de gran ayuda si nos encontramos perdidos.
Si no sentimos nuestra relación como algo vivo que tenemos que alimentar a diario, veremos como se marchita y nos costará mucho revivirla. Por eso les animo a que desde este preciso momento se pongan manos a la obra para conseguirlo. Requiere un poco de esfuerzo. Pero los resultados son visibles rápidamente.
¿A qué esperas para darle un beso?








