La vida a veces se presenta de forma complicada y dura. La mayoría de nosotros tratamos de lidiar con ella de la mejor manera posible o cómo nos han educado hacerlo. Pero a veces esto resulta imposible. Nos vemos sobrepasados, atrapados en un bucle del que no sabemos salir y sin capacidad para reaccionar.
Es en este momento o en esos momentos en los cuales debemos acudir a terapia.
Hoy te detallamos en nuestro espacio semanal, algunos de esos momentos críticos en los cuales la psicología te puede ayudar.
1.- No tienes estrategias de afrontamiento.
En el pasado has conseguido superar los momentos duros o los momentos en los cuales perdías los nervios, o momentos tristes … Aunque en cierta forma no sabes cómo lo conseguiste. Lo cierto es que ya no te sientes capaz de hacerlo.
Te paralizas y que no consigues afrontarlo. Es en terapia donde te podemos ayudar a adquirir estas estrategias de afrontamiento. Mediante técnicas de relajación, mindfulness, o cualquier otra que te pueda ser útil para ti, aprenderás a recuperar la confianza en tus propias capacidades para gestionar situaciones adversas.
2.- No te van bien las relaciones
Tienes la sensación de que la relaciones con otras personas no te van bien. Piensas que es culpa tuya.Tanto a nivel laboral, con tu familia, o con tu pareja -o posibles parejas-, parece que algo está mal contigo.
Quizás sea momento de ir también a la consulta. Nuestras expectativas, las que nos impone la sociedad, y muchas otras circunstancias de las que no eres consciente, pueden estar condicionando como te relacionas.
En terapia muchas de estas cosas se clarificarán y aprenderás una forma mejor de relacionarte. Tanto contigo como contigo con el mundo.
3.- Te sientes perdido.
Aunque no estés sufriendo de ansiedad o depresión, parece que la vida pasa sin que tú formes parte de ella. Tienes la sensación de vivir él mismo día una y otra vez. Que no formas parte de lo que se está desarrollando a tu alrededor. Te aburres y no le encuentra sentido prácticamente a nada.
La psicología te ayudará a ver nuevos caminos y nuevas posibilidades. A aprender a no tropezar continuamente con la misma piedra. A encontrar lo que te apasiona. A abrir tu mente a nuevas posibilidades, proyectos o personas.
4.- Traumas pasados.
Muchos de nosotros aprendemos a funcionar casi de forma automática y a elaborar estrategias de bloqueo para evitar que lo que podamos haber sufrido anteriormente en nuestra vida nos pueda causar daño.
Estos traumas pasados, sin embargo, no desaparecen. Tienen la desagradable costumbre de hacerse notar cuando peor estamos, o es a lo mejor a causa de esto por lo que nos encontramos mal.
Es muy importante que acudas a terapia psicológica cuanto antes. Necesitas que un psicólogo o psicóloga te pueda ayudar a cerrar o entender lo que pudo ocurrir en el pasado. Para conseguir desactivarlo y que deje de afectarte en tu presente.
Éstas y otras cuestiones puedes consultarlas en una consulta de psicología. No dejes que el tiempo pase sin cuidar de tu salud mental.