No hay nada repartido de modo más equitativo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente.
René Descartes
¿Tener paz o tener razón? Es habitual escuchar esta alternativa en los consejos de autoayuda. En general lo que nos está sugiriendo es que evitemos implicarnos en discusiones en las que para demostrar que tenemos razón, nos veremos en algún tipo de conflicto.
Como consejo para una frase puede quedar realemente muy bonito, sin duda. Pero ¿es valido siempre?¿debemos dejar a un lado nuestras opiniones para mantener una (forzada) situación de calma? La respuesta es, obviamente: depende.
En primer lugar de la situación. Si esta realmente no merece que la alteremos para contradecir lo que alguien comenta y con lo que no estamos de acuerdo, mejor utilizar el silencio. O ignorar gestualmente a quien hace el comentario o emite la opinión con la que disentimos. Esto es aplicable a reuniones familiares, de trabajo o con amigos. Quizás meternos en un debate arduo, pueda arruinar el clima de la misma. Especialmente si en lo que no estamos de acuerdo es un comentario genérico o colateral.
Esta sería el segundo supuesto. Si la opinión o comentario tiene que ver directamente con algo que afecta a este clima o a las personas que están en el entorno en que se produce, contradecirla, con nuestros argumentos sería lo adecuado. Si no lo hacemos, nuestro silencio, puede percibirse como cómplice. Esto es especialmente aplicable cuando se refiere a personas que conocemos, apreciamos o de las cuales somos amigos. O a nuestros principios o ideología.
En este segundo caso, evitar opinar para exponer nuestro punto de vista, puede resultar en todo lo contrario a lo que tratamos. Al intentar evitar el conflicto externo, nos quedaremos con nuestro conflicto interno.
Por último, la decisión de implicarse en una discusión siempre estará mediatizada por nuestro estado de ánimo e, incluso, por nuestro cansancio. Antes de iniciar una disputa (amistosa o no), asegurémonos no estar trasladando a ésta como nos encontramos. Son los momentos en los que nos arrepentiremos de haber dicho algo, por ejemplo, cuando teníamos sueño o hambre.
En definitiva, sigue valiendo aquello de pensar antes de hablar.
Me encanta esta frase de Rene Descartes,,, y le doy la razon 🙂 ..yo tengo que estar muy pendiente de mi,,, en eso de querer tener la razon,, seguido me tengo que decir — yeah rigth,,que sospechoso que entre siete billones de personas tu eres la correcta — ( me hablo a mi misma en spanglish) jajajjaaajaja ,,pero al mismo tiempo confieso que he pecado de omision,,detesto las confrontaciones,, solo que no he defendido a personas,,ni a mi misma a veces por evitar un conflicto,,, y me he quedado con el conflico interno,,, pero con esas personas que solo quieren discutir porque les encanta discutir, hacen una discusion donde ni chanza de discusion habia,,,,a esas me les voy a escurrir jajajjajjaajjaaja que voy a andar perdiendo mi tiempo con ellos habiendo tantas cosas tan interesantes por aprender ,,,, 🙂 como Cambiate,,,Buen Dia 🙂