El hilo de la vida se aflojaría si no fuera mojado con algunas lágrimas.
Pitágoras

En primer lugar, permítanme disculparme por titular con un anglicismo mi propuesta de hoy. He querido llamar #FakeHappiness (#FalsaFelicidad), a la versión edulcorada y falsa que se está dando de un estado natural y cíclico del ser humano.

Ser feliz es algo que viene aparejado a unas circunstancias vitales, una actitud ante la existencia y una conexión social, que todas las personas ansiamos. Y que ocurre con frecuencia. De hecho lo hace diariamente. Y muchas veces sin que seamos conscientes de ello.

Uno de los principales obstáculos para esta consciencia es la excesiva preocupación por la otra cara de la moneda, la tristeza. La hemos convertido, en cierta forma, en una emoción proscrita e indeseable. Esto consigue que, cuando la experimentamos de forma natural, ante una pérdida, un error o cualquier otra circunstancia que la pueda generar, terminemos aferrándonos a ella, sin dejarla ir. La tristeza nos hace sentir culpables. Y esto lleva a que nos sintamos todavía más tristes.

La #vidafalsa que nos ofrecen muchas personas en sus redes sociales, y que nos conducen a compararnos con ellas, no ayuda en absoluto a un acercamiento sano a los momentos emocionalmente difíciles  que inevitablemente experimentaremos a lo largo de nuestra vida.

Esto se consigue con aceptación. ¡Ojo! No con resignación. La aceptación es el reconocimiento sin juicio de como nos sentimos. Algo que nos ayuda a entender que nos mueve emocionalmente y que nos hace crecer como personas. La felicidad depende de ello. Paradójicamente, lo hace de la actitud que tengamos hacia nuestra propia tristeza. Si la vivimos como una señal de aquello que nos puede conmover o, incluso, doler, y a partir de ahí intentamos dejarla ir, estaremos viviendo el desarrollo normal del ciclo emocional. Si intentamos evitarla o forzar su desaparición, especialmente porque sentimos que no queda bien, estaremos consiguiendo todo lo contrario.

En definitiva sentirnos culpables de nuestra tristeza es como hacerlo de que nos duela el estómago tras un atracón. Lamentarnos no va a mejorarlo.

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Un comentario

  1. En Usa vivimos muchos Mexicanos unos que cruzamos la frontera,,y otros que la frontera los cruzo cuando Mexico le vendio cinco estados a USA ,,y nos hemos contagiado al hablar ,,mesclamos los dos idiomas,, solo que se siente muy familiar/bien leer algo donde hablan como nosotros 🙂 (anglicismos) ,,,yo digo gracias
    Siento que cuando las personas cumplimos el doble rol de padre y madre,,, tendemos menos a expresar nuestras tristezas, miedos, dudas debilidades,,porque no queremos asustar mas a los hijos que ya de por si tienen miedo porque el papa se fue,,o lo fueron y no saben muy bien que va a pasar y si ven a la mama titubear ante la vida,,,se van a contagiar del miedo,, creo que todas las mamas/papas avanzamos con paso firme como si supieramos lo que estamos haciendo,,y evitando vivir el duelo en su totalidad,, y aunque no sea por presion social de todos modos evitamos sentir/vivir la tristeza ,,,,
    Esta conferencia va a estar ,,con madre,,,,o de pelos ,,o sea para que entiendan las personas educadas,,,,va a estar fenomenal 🙂

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