Recuerda que en ocasiones no obtener lo que deseas es un maravilloso golpe de suerte

Dalai Lama

Inspiradoras palabras del Dalai Lama, que podemos encontrar repetidas en cualquier espacio sobre crecimiento personal. Resulta reconfortante, ¿verdad? “Esta sensación que estoy experimentando tras un fracaso, y que me hace sentir miserable, puede ser buena para mí”

Bien. Pues a mí no me vale solo con esto. O por lo menos, necesito una explicación más clara de cómo este desagradable momento que estoy viviendo puede hacerme crecer como persona, aprender, o ayudarme a tener éxito en el futuro. Porque lo cierto es que duele, especialmente en ese momento y posteriores, que te das cuenta de que no vas a obtener o que has perdido lo que querías. En ese momento en el cual te sientes como un montón de pedacitos de un vaso de cristal que se ha precipitado en el suelo de tu cocina. Y si de lo que estamos hablando es de una relación amorosa, esto se complica aún más.

Como me comenta un buen amigo “Si yo no quiero crecer como persona, ser más fuerte o aprender de la experiencia, solo quiero que me vuelva a querer”

losing-it-04a¿Y qué podemos hacer? No sentimos, de ninguna forma que algo bueno vaya a salir de cómo nos sentimos en este momento horrible. Aunque pueda ser lo que ocurra. Nos preguntamos ¿si nos esperanzamos con que las cosas mejorarán, porque no hacerlo con que todo volverá a ser como antes?Tanto puede ir hacia un lado como hacia otro, ¿no es cierto?

Lo cierto es que lo único real en el fracaso es la propia experiencia del mismo. La conciencia de que podemos aprender de él, no la adquirimos hasta que pasa un tiempo y lo vemos en perspectiva. Tratar de convertir instantáneamente una sensación de fracaso en otra de éxito no es posible, al menos de forma natural.

El Tiempo Lo Cura Todo. Aunque la frase puede resultar muy atractiva y consoladora para el momento que estamos viviendo, no nos sirve ahora. Si no percibimos esta situación como lo que es, la estaremos negando.

Y ahí radica la respuesta. Estamos viviendo lo que se denomina en Psicología, duelo, un proceso natural que todos experimentamos, de una forma u otra, ante un fracaso o un final no deseado. Lo único que nos puede ayudar es conocer en que etapa estamos para identificarla, y saber como nos moveremos progresivamente hacia otra.

El duelo es un proceso de ajuste emocional después de una pérdida o un fracaso, durante el cual diversas emociones compiten entre sí. Incluye etapas diferentes que pueden explicarse separadamente pero que no se presentan de un modo ordenado. El duelo dependerá mucho de la situación que haya terminado y sus etapas pueden solaparse y mezclarse entre sí. Pero para completar el proceso hay que experimentarlas todas. Puede haber días mejores o peores, y, a veces, lo que se creía superado se vuelve a sentir.

La rabia durante demasiado tiempo puede indicar que se está luchando contra la tristeza y al revés, sentirse encallado en la tristeza y la depresión podría indicar el no haber podido reconocer y superar la rabia. No existe un tiempo fijo para vivir el duelo. Cada cual necesitará su tiempo. Y sólo nosotros podemos marcar el que necesitamos para poder considerarnos recuperados. Todo ello a pesar, de que muchas veces nuestros familiares y amigos, nos apremian, quisieran vernos en la normalidad… ¡ya!, tal vez es porque así ellos tampoco sufrirán tanto. Pero solo cada uno de nosotros sabe lo que necesita.

En definitiva, y como proponemos siempre, conocerte es la mejor de tus herramientas psicológicas, y la aceptación es un proceso emocional que forma parte de ello.

Un comentario

  1. Totalmente de acuerdo. Doloroso el duelo y todo lo que conlleva, sea del tipo que sea. Pero que sensación de paz si se consigue pasar y continuar caminando, conociendo y aprendiendo, de un@ mism@, sorprendiéndote. Cuando una dice «es que yo soy así», a mi ya no me vale desde hace tiempo. Por fortuna no hay día que me sorprenda a mi misma, y sobre todo, en el sentido positivo y soltando lastre.

    Sobre el dolor que decir… Es muy personal. No sé que decir la verdad. Ya has dicho todo Leocadio.

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