¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil, nos aporta tan poca felicidad?La respuesta es ésta simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino
Albert Einstein
Vivimos en un mundo laboral estrecho. Y lo peor es que la única oferta para cambiarlo se reduce a disminuir los derechos laborales o el costo de los despidos. Al menos en este país. La falta de imaginación para adaptar los entornos de trabajo a los individuos es algo más que evidente. Tampoco parece estar adecuándose a las realidades de comunicación del mundo en que vivimos.
Mientras muchos de nosotros utilizamos diariamente el entorno virtual para trabajar o divertirnos, las empresas, públicas o privadas, no parecen tener la intención de incluir la posibilidad del trabajo remoto en su modelo de trabajo.
De acuerdo a un estudio llevado a cabo por la Universidad de Minnesota tener un mayor control sobre donde y cuando se trabaja, incrementa el bienestar mental del trabajador. Incluso si no trabajas menos.
Este estudio se llevó a cabo con 700 empleados de la división tecnológica de una importante corporación norteamericana. A la mitad de este grupo se le dio la posibilidad de controlar donde y cuando trabajaban. Tanto desde casa como fuera del horario habitual.
Los trabajadores “flexibles” eligieron hacerlo desde casa con mayor frecuencia, incrementando sus horas remotas en más del doble. Estos trabajadores sentían que tenían mayor control sobre su vida, tanto laboral como personal. Y la relación entre ambos espacios vitales, mejoraba sensiblemente. Las relaciones entre los equipos de trabajo y sus supervisores, también mejoraban sustancialmente.
Puede que lo que les estoy proponiendo les resulte muy lejano, pero lo cierto es que son muchos los ejemplos, incluso en el ámbito de la salud mental, en los que el trabajo desde casa, está cambiando nuestra forma de vivir. La consulta online está resultando una magnífica opción tanto para terapeutas como para pacientes.
No me corresponde a mi evaluar el ahorro que la incorporación de estos modelos de trabajo a nuestra realidad puedan suponer. Lo que si puedo asegurar es que su impacto en el bienestar mental es más que evidente. Y también en el rendimiento laboral.
¿A qué estamos esperando?