Dejamos de temer aquello que se ha aprendido a entender.
Marie Curie
Según el método científico, es muy sencillo. Uno propone una hipótesis, pone a prueba su veracidad y actua de acuerdo a ello. Si no se confirma, simplemente, no es cierta. Lo se. La vida es diferente a esto. Hay muchos condicionantes emocionales que modulan estas situaciones. Pero esto también forma parte de la ciencia. No nos escudemos en ello. No me vale.
Las suposiciones son las hermanas pequeños de los juicios. Es el intento permanente de nuestro ego de adaptarlo todo a nuestra conveniencia e interpretación de la vida, de la sociedad, del mundo. El daño que producen este tipo de procesos mentales que están basados, por lo general, en tópicos o en deseos propios, puede ser inmenso. Especialmente si tomamos decisiones basándonos en ellos. Podemos pensar que una persona, según va vestida, es de una u otra forma o que un país, por el tipo de políticos que tiene, presenta una moralidad cuestionable. Es lo que tienen las suposiciones.
También podríamos decir que estas, las suposiciones, no hacen daño sino a quien las tiene. Y en cierto modo es así. Hasta un punto. Porque no es extraño actuemos en base a ellas, afectando la vida de otros. De hecho es bastante común.
En este baile de costumbres pensantes perniciosas, las suposiciones son primas hermanas, de padre y madre, de las expectativas. Esa otra costumbre, que hace que esperemos que alguien actue de una u otra forma, según nosotros estimemos y, sin haberlo manifestado al afectado u afectada.
Como siempre, poner en evidencia algo que todos hacemos, solo tiene un humilde objetivo. Que seamos conscientes de ello. Que seamos capaces de valorar en base a que tomamos decisiones, para no llevarnos luego disgustos. Por haberlas cimentado en suposiciones.
Sencillo. Apliquemos el método científico, con cariño, a nuestras vidas.
2 respuestas
Reblogueó esto en MmAriiipoOSaA MuUTaAanTeEE…y comentado:
Que cierto es este muy buen articulo de Psicologia Cotidiana
Gracias!!