Estar atrapados en lo que piensan otras personas y actuar de forma que cumplamos sus expectativas resulta enormemente perjudicial. Nos puede llevar a vivir una vida condicionándola por los juicios -también condicionados-, e intereses de los demás.

Tener en cuenta a quien nos aprecia y valorar sus apreciaciones, con amabilidad, es la mejor alternativa a una vida emocionalmente independiente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.