Cada persona es un mundo, pero la personalidad es definible y concreta. Así lo afirmaba el psicólogo Carl Gustav Jung en el siglo XIX y así lo corroboraron después de la Segunda Guerra Mundial, Isabel Briggs Myers y su madre Katherine Cook Briggs con el test de personalidad Myers-Briggs (MBTI).
Jung determinó en su obra Tipos Psicológicos que existen ocho tipos de personalidad que se forman a partir de la combinación de dos actitudes -extraversión e introversión-, y cuatro funciones –pensar, sentir, intuir y percibir. La teoría de Jung, aunque es un referente en el mundo de la psicología, ha sido acusada de difusa y poco comprensible. Por eso, el Indicador Myers-Briggs pretende transportar la idea del psicólogo suizo a un ámbito más divulgativo para que cualquiera pueda reconocer sus propios rasgos personales.
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