Siempre dicen que el tiempo cambia las cosas, pero de hecho tienes que cambiarlas tu mismo.
Andy Warhol
A pesar de las muchas formas que todos utilizamos para cambiar o nuestra historia personal, no es un proceso simple. Además, cuanto mayor sea el cambio que queramos hacer, más duro será conseguirlo. Comenzar por esta serie de pasos puede ayudarnos a lograrlo.
Primer paso: Identificar que es lo que quieres cambiar
El cambio comienza identificando que es lo que quieres conseguir. Tampoco es necesario ser especifico en este punto. Es suficiente que sepamos el sentido de lo que queremos lograr. Un “quiero saber como me siento con respecto a mi trabajo”, antes de “quiero encontrar mi pasión”, puede valer como comienzo.
Paso 2: Divídelo en pequeñas etapas
El cambio comienza a fallar cuando no lo hacemos. Necesitamos saber que nos toca ahora y que hacer a continuación en un cambio programado. Descomponer nuestro propósito en etapas, simplifica nuestro trabajo y hace que sea más sencillo identificar las barreras que puedan existir y superarlas.
El cambio no es un logro único. Es el encadenamiento consistente de tareas pequeñas y ejecutables.
Paso 3: Mantén registro de tus logros.
Medir los cambios -especialmente los grandes-, puede ser algo muy complejo. Pero se puede conseguir si lo registramos paso a paso. Por muy nimio o evidente, que pueda parecer el paso de que se trate, nos dará una idea de movimiento, de acción. Imprescindible para la motivación necesaria hacia un cambio persistente.
Paso 4: Reconocer los errores, aprender de los fallos.
Todos lo decimos. Pero no es nada sencillo. Nos educan para conseguir aquello que nos proponemos, en el mejor de los casos. Pero no lo hacen para que entendamos que nos vamos a equivocar. Y esto es algo esencial. Algo que terminará consiguiendo que aprovechemos estos tropiezos para aprender de ellos, no repetirlos (al menos no conscientemente) y avanzar.
Paso 4: Perseverancia y repetición.
Incluso cuando consigamos nuestros primeros pequeños objetivos, puede ser necesario que volvamos atrás para reexaminar como lo hemos hecho y así, consolidarlo. Es un proceso lento, que puede resultar trabajoso, pero que, para que lo consigamos resulta crucial que lo vivamos paso a paso.
Más allá de todos estos pasos para cambiar (y del resto que quedan para llegar a nuestro objetivo), están la voluntad, el compromiso y nuestro deseo sincero de conseguir hacerlo. Es algo inherente a la totalidad del proceso. Esto pasos nos ayudan a conseguirlo. Pero no van a lograr que los sustituyamos. Primero viene la pasión y el convencimiento, luego el diseño del recorrido para conseguirlo.