Gustavo Dudamel, dirigió, el pasado día 1 de Enero, un magnífico concierto de Año Nuevo al frente de la Sinfónica de Viena. Y lo hizo sin partituras que le ayudasen. El director venezolano es conocido por su memoria fotográfica. Pero ¿que es exactamente este concepto?
La memoria fotográfica se utiliza con frecuencia para describir a una persona que parece capaz de recordar la información visual con gran detalle. Así como una fotografía congela un momento en el tiempo, parecería que las personas que tienen memoria fotográfica pueden tomar instantáneas mentales y luego recordarlas estas sin error. Sin embargo, la memoria fotográfica no existe en este sentido.
Esto se puede demostrar fácilmente proponiéndole a quien dice tenerla, que lea dos o tres líneas de texto y que luego las recite en orden inverso. Si la memoria funcionase como una fotografía, estas personas serían capaces de reproducir rápidamente el texto en orden inverso al «leer» la foto. Sin embargo, no pueden hacerlo.
La memoria es más como piezas de un rompecabezas que una fotografía. Para recordar un algo pasado, agrupamos varios elementos recordados y olvidamos partes (el color de la pared, la imagen en el fondo, las palabras exactas que se dijeron). Obviar los detalles nos ayuda a formar conceptos generales. Somos buenos recordando la esencia de lo que pasó, pero no tan buenos al recordar (fotográficamente) todos los elementos de una determinada escena. Lo importante para la memoria es el significado, no los detalles exactos en un momento dado.
Por supuesto, las personas somos distintas en su capacidad para recordar el pasado. Lo bien que nos acordamos de algo depende en gran medida de la atención que prestemos.
Algunas personas con una memoria excelente utilizan elaboradas técnicas para ayudarles a recordar. Otras son capaces de recordar sin esfuerzo grandes cantidades de información, sin esfuerzo aparente. Pero esto, al menos para la mayoría, tiene más que ver con su motivación, interés y atención, que con una capacidad de hacer instantáneas perfectas de lo que quieren recordar. Es de suponer entonces, que la capacidad de recuerdo de Dudamel, tenga más que ver con estas capacidades. Con un importante componente de pasión y enorme talento.
El estudio de la denominada memoria fotográfica o eidética, tiene mucho por delante, y sigue siendo un apasionante ámbito de estudio para las neurociencias.