Son fechas para el recuerdo. Se hace especialmente presente, en estos días, aquellas personas que no están, y que han formado parte de nuestra vida. Me preguntan si es normal sentirse tristes, echarles de menos … llorar.
Claro que lo es. La navidad y esta fechas de final de año, hacen aflorar la nostalgia, y eso está bien. Es el momento del recuerdo, del agradecimiento por haberles tenido en nuestras vidas, de amarles más, si eso es posible.
En ningún sitio está escrito que debamos ser felices en estas fechas, en todo momento, a todas horas ¡qué va!. Es una caricatura propagandística, que no se corresponde en nada con la realidad. ¿Cómo si no, en unas fechas tan intensamente emocionales, vamos a pretender solo tener las positivas? Es absolutamente imposible.
Por esto, recordar a quienes no están, no es solo normal, es necesario. Es la forma de entender el balance vital, la forma de aceptar que nuestra existencia está condicionada por como nos sentimos, por quienes queremos, por las personas que nos importan …
Quienes rechazan las fiestas o, simplemente, desean que pasen lo más rápido posible, también forman parte de ellas. Solo aceptando esta realidad, podemos entender que sentirnos tristes, forma parte del espíritu navideño, tanto como puede serlo la alegría por los reencuentros, los regalos o las vacaciones, nos permitirá integrar a todas las personas y sus sentimientos particulares.
Recordemos, en este final de año, incorporar la tolerancia y la generosidad a nuestra lista de deseos y de regalos. Quizás así, podamos tener una mejor navidad el próximo año y, además consigamos que otras personas, también la tengan.
¡Les deseo un magnífico año 2017!
leocadiomartin.com 