Cuando quien la sufre, sufre
La elusión e inhibición incluyen:
- Cancelar compromisos sociales en el último momento.
- Evitar situaciones que ofrecen una interacción social positiva.
- Tener pocos amigos o ninguno.
- Evitar actividades que de otro modo resultan placenteras. Ser pasivo, pesimista y tener baja la autoestima.
- Generar preocupación en amigos, familiares, docentes y mentores.
- Usar excesivamente el ordenador, que no permite socializar por naturaleza, y tener contacto personal.
Las investigaciones muestran que la inhibición, elusión y angustia pueden ser causadas por:
Influencias temperamentales o biológicas
- Ser retraído, elusivo y excesivamente reactivo desde el punto de vista emocional.
- Ser muy sensible, cuando no se tiene el apoyo social adecuado.
- Tener poca integración emocional con miembros de la familia o en otros ambientes.
Sucesos estresantes de la vida
- Experiencias vergonzosas.
- Cambios significativos de escuela o ciudad.
- Cambios abruptos o alteraciones a la vida familiar.
Interacciones familiares negativas
- Frecuentes críticas o situaciones en las que los padres avergüenzan a los niños con el fin de obligarles a que cumplan con las normas de conducta. (Mucho control de los padres con poca expresión de afecto).
- Interacciones familiares caóticas o de abandono.
Ambientes estresantes en la escuela o el trabajo
- Ambientes muy competitivos, críticos u hostiles.
- Situaciones de vergüenza en público por mal desempeño.
- Se recompensa a las conductas de dominación y se ignoran o alientan las burlas o intimidaciones.
Cómo pueden ayudar los seres queridos, los amigos y los mentores
- Mantenga expectativas adecuadas a la vez que expresa empatía por las emociones de sufrimiento de la persona tímida.
- Aliéntele a que le cuente sobre sus experiencias cotidianas y cómo se siente al respecto.
- Reconozca el conflicto entre las necesidades de pertenencia y los temores al rechazo. Simule situaciones desafiantes con la persona tímida.
- Ayude a la persona tímida a fijarse objetivos de conducta manejables y específicos, y lleguen a un acuerdo sobre los medios razonables para lograrlos.
- Ayúdele a cuestionar los pensamientos negativos frecuentes sobre sí mismo y sobre los demás, así como también a desarrollar alternativas constructivas.
- Evite catalogar o etiquetar negativamente y presionar de manera intensa con relación al desenvolvimiento social.
- Recuerde que la timidez y la ansiedad social son experiencias comunes y universales para la mayoría de las personas de todas las edades.
¿Qué puede hacer la psicología?
Con terapia de grupo se brinda un espacio para explorar, experimentar, probar las hipótesis pesimistas acerca de sí mismo y la interacción social, así como también para desarrollar estilos de interacción adaptativa.
La terapia disminuye las barreras que inhiben la acción y aumenta en forma adecuada la toma de riesgos y la autoestima. También aumenta la capacidad para seleccionar voluntariamente espacios sociales y/o situaciones que se ajusten al temperamento propio.
La terapia individual ofrece un espacio para explorar las necesidades propias, actitudes, creencias y conductas, sin la presión de los demás.
La terapia individual y de grupo ayuda a que los pacientes desarrollen una mayor empatía por el prójimo y por ellos mismos, reduciendo así los pensamientos negativos sobre sí mismos, la propia culpa y la vergüenza, a la vez que genera perspectivas positivas y patrones de conducta eficaces.
Fuente: American Psychological Association