Anti …

El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor.

Buddha

Estar en contra de algo no es, en si, algo malo. Que esto sea algo que te defina, puede que si. En el primer caso, puedes estar manifestando tu desacuerdo en como las cosas se desarrollan, porque las consideras injustas, inapropiadas o poco claras, por ejemplo. Es una conducta que busca conseguir que cambien, se supone que a mejor, según tu opinión. Es una actitud creativa, que propone una alternativa, independientemente que sea la que a ti te parezca bien. Pero supone un esfuerzo por cambiar algo. En positivo.

Dejando a un lado que estar en contra de algo que consideramos que no está bien, por muy injusto que nos parezca, no tiene porque ser la verdad absoluta, lo cierto es que conlleva una actitud positiva. Si se proponen alternativas.

En el segundo caso no es así. Quienes se autodenominan como anti- … algo y hacen de esto una bandera, corren el peligro de enrocarse en un planteamiento negativo de su existencia.

Y esto, señoras y señores, no te deja avanzar. El empeño en hacer una bandera de una actitud negativa no es saludable. Como hemos compartido en muchas ocasiones, siempre es mejor cultivar la propia excelencia que denostar la ajena.

Lo primero nos lleva a crecer como personas, a transitar nuestro propio camino, creándolo. Lo segundo no nos deja encontrarlo. Porque, por mucho que lo intentemos, el esfuerzo que supone buscar razones continuamente por lo que algo no nos gusta, es incompatible con encontrar lo que si nos satisface. Simplemente porque dependemos de lo que odiamos para poder apreciar lo que queremos.

Y esto amigos y amigas, no puede ser algo bueno de ninguna manera.