A la mayoría de las personas prefiero darles la razón rápidamente antes que escucharlas.

Montesquieu

Cuantas veces nos habremos preguntado esto, inmersos en una discusión en la que la razón hace tiempo que ha desaparecido, los argumentos objetivos se han obviado y, sin saber como, nos encontramos perdidos.

Tratar de razonar con gente que no es razonable es probablemente uno de los mayores ejercicios de autocontrol que podemos tener que hacer a lo largo de nuestra vida.

No consigues sacar mas que mal humor, desasosiego y rabia contenida. Parece que la interacción con ellos te roba energía vital, te hace envejecer y apaga tu día.

En una gran mayoría de las ocasiones estamos cometiendo el error de intentar que una conversación funcione y no somos conscientes de que estamos tratando con personas con problemas de personalidad.

La interacción con estos individuos te hace sentir realmente mal contigo mismo. Se tergiversan tus palabras, tus propuestas e, incluso, tus silencios. A menudo son capaces de hacerte reír al final de una conversación, logrando una suerte de aprobación de algo que ellos (o ellas) han puesto en tus labios. Esto nos hace pensar quién es la persona reale, invariablemente, nos decantamos por la “versión agradable, olvidando la dimensión patológica de toda la interacción.

Esto no ocurre siempre y en todo momento con estas personas. Pueden ser rasgos aisladoso asociados a determinado tipo de interacción o situaciones sociales, sin que pueda catalogarse como un trastorno de personalidad consolidado.

Estas son algunas de estas personas o situaciones, potencialmente tóxicas.

Con estas personas no podemos mantener una conversación razonable. Se tergiversan nuestras palabras y nos dicen que somos incapaces de comunicarnos. En ocasiones, escuchamos comentarios por lo bajo, mientras hablamos, que intentan disfrazar de broma”.

Estas personas no respetan los límites y disfrutan traspasándolos, no consideran tu punto de vista o simplemente no te escuchan, te miran sin verte, se ríen o explotan cuando tratas de explicar como te sientes”. Son acosadores, manipuladores verbales o emocionales, que no tienen escrúpulos para utilizar la mentira.

En definitiva, son personas que te dejan una sensación de malestar, tristeza o una nausea, sacándote de quicioy provocando que actúes sin pensarlo, saliéndote de tu forma habitual de actuar.

Y, ¿qué podemos hacer para contrarrestar los efectos y daños a nuestra salud mental y nuestra vida?. Aquí les dejo algunas propuestas:

Minimizar el tiempo con ellos. Recortar la exposición a la patología reduce su impacto.

Intenta mantener la lógica. Sólo datos, utilizando los mínimos detalles.

No bebas con ellos. Te hace vulnerable y te puede hacer decir o hacer lo que no querrías.

Enfoca la conversación en ellos. Una forma de evitar ser el blanco de comentarios desagradables o que se distorsionen tus palabras es decir lo menos posible. ¡Deja que hablen de ellos mismos!

Olvida el sueño de que serán alguna vez la persona que tu desearías que fueran. Aceptar que estas personas son como son puede ser un gran alivio.

No los corrijas. Es una pérdida de tiempo y energía. Mejor sonreír.

No los trates suavemente. Se agradable, pero firme

Si conseguimos gestionar estas habilidades mientras interaccionamos con estas personas siendo civilizados e incluso amistosos, puede que salvemos la relación. Esto es algo que no necesariamente querremos hacer pero, en algunos casos, puede que tengamos que intentarlo. Especialmente si la persona es un miembro de la familia o nuestro jefe, o cualquier otra que no podemos apartar de nuestra vida.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.