El bienestar mental es, en cierto modo, una experiencia individual,en la que cada persona es consciente de su propio potencial, puede abordar las dificultades habituales del día a día, puede trabajar productivamente y es capaz de contribuir a su comunidad.
Organización Mundial de la Salud
Para estar saludables mentalmente debemos valorarnos y aceptarnos a nosotros mismos. Se trata, además, de trabajar para estar bien y no solo para no estar mal.
A todos nos gusta sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás, y sacar lo mejor de nuestras vidas. La evidencia muestra, asimismo, que nuestro salud mental tiene una influencia directa en nuestro bienestar físico.
Cuando hablamos de bienestar mental estamos refiriéndonos a algo más que ser felices. Consiste en un estado que implica tanto a la mente como al cuerpo. Y, aunque la felicidad es una parte importante de la fórmula, dista mucho de ser el único ingrediente de la misma.
Estamos hablando de vivir de una forma que sea buena para ti y para quienes te rodean. Sentimientos como la satisfacción, el gozo, la confianza o el compromiso con el mundo, forman parte imprescindible de los ingredientes, así como la autoestima y la autoconfianza. Esto no significa que no pasemos por momentos complicados o situaciones difíciles en momentos determinados de nuestras vidas, pero tendremos la resiliencia necesaria para afrontarlos.
Si tienes bienestar mental
Te preocupas por ti y te cuidas. Te quieres, no te odias. Cuidas tu cuerpo – comes bien, duermes bien, haces ejercicio y te lo pasas bien.
Te ves como una persona valiosa por derecho propio. No tienes que ganar el derecho a existir. Existes, luego tienes derecho a ello.
Te juzgas en base a estándares razonables. No te planteas metas imposibles y no te castigas si no consigues estos objetivos.
Si no te valoras y aceptas, tendrás miedo que otros te rechacen. Para evitar serlo, te aíslas y te encuentras asustado y solo. Si te valoras no esperas que te rechacen. No tienes miedo de otras personas.
Si te valoras y aceptas, te relajas y disfrutas de ti, sin sentirte culpable. Cuando enfrentas una crisis, sabes, que a pesar de que pueda ser muy complicada conseguirás manejarla. Como nos vemos a nosotros mismos, es algo central para cada decisión que tomamos. Las personas que se valoran y aceptan a si mismas afrontan la vida con plenitud.
Cinco pasos para el bienestar mental
La evidencia sugiere que podemos seguir estos cinco pasos para mejorar nuestro bienestar mental. Si los asumimos con mente abierta y tratamos de seguirlos, podremos juzgar sus resultados.
Conecta. Con las personas que te rodean: tu familia, amigos, colegas, vecinos. Invierte tiempo en cultivar estas relaciones.
Actívate. Camina, coge la bici o juega al fútbol. Encuentra la actividad que te gusta y hazla parte de tu vida. Acude a un gimnasio.
Aprende. Adquiere nuevas habilidades y conocimientos. Te proporcionará sentimientos de logro y estimulará tu curiosidad. Esto mantiene tu cerebro activo y joven.
Da. Incluso el más pequeño de los actos cuenta, una sonrisa, un agradecimiento o una palabra amable. La generosidad te hará más feliz.
Se consciente. Estate atento al momento presente, a tus sentimientos o pensamientos, tu cuerpo y el mundo que te rodea. Puede cambiar positivamente tu vida y como afrontas tus retos.