Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. La gente aprendee a odiar, y si pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario.
Nelson Mandela
Nos comparamos constantemente. No lo podemos evitar. Nuestra apariencia, nuestro status, nuestras habilidades ¡comparamos hasta nuestros hijos!
Aunque es algo peligroso, las comparaciones pueden ser esenciales para nuestro crecimiento y desarrollo. Todos necesitamos un padre o una madre, profesor o mentor que nos guíe, al menos al principio de nuestro recorrido, cualquiera que sea el que hemos podido elegir. Pero ¿es esto comparación? Una vez más todo depende de nuestra actitud. Lo será si nuestra reflexión es ¡quiero saber lo que tu sabes! en lugar de ¡quiero aprender de ti!. La primera nos conduce a definirnos en base a otros, “soy peor que tú, pero mejor que ella”. Y esto nos aleja cada vez más de nosotros mismos. La segunda nos lleva a conocernos.
Mientras todos tenemos un deseo innato de crecer y evolucionar, las comparaciones pueden desviarnos rápidamente por el camino de la envidia, el resentimiento o los celos. Y, una vez ahí, estamos perdidos.
Pero, me pueden preguntar ¿cómo conseguimos dejar de compararnos en una sociedad que se sustenta en ello? No parece sencillo. De hecho es una de las tareas más complicadas a las que nos podemos enfrentar. Resulta más fácil siempre buscar un culpable, mejor o peor que nosotros, para aquello que no conseguimos. Lo hemos comentado en alguna ocasión, externalizamos la culpa, y de esta forma nos quedamos más tranquilos.
Porque esta parece ser la clave. La responsabilidad. Si no nos comparamos, los responsables somos nosotros mismos, y eso puede ser muy duro. Sin embargo, si tomamos las riendas y asumimos el control de nuestras vidas, estaremos en el buen camino (el nuestro). Buscando nuestra genuinidad, mediante la aceptación de nosotros mismos.
Este video, que se ha vuelto viral, nos puede ayudar a entender lo cerca que estamos unos de otros.