Miles de familias hacen los deberes escolares cada tarde. Presionan e intentan motivar a sus hij@s a hacerlas. Estos, cansados, protestan y en lugar de comunicarse al final del día, se ven involucrados en una discusión que empieza con: “¿Ya hiciste la tarea?”
Creo que a cualquier padre o madre se le ha pasado por la cabeza, en más de una ocasión, la idoneidad de mandar tareas escolares a nuestros hijos e hijas, para casa. Nos hemos visto haciendo un trabajo de manualidades que, a todas luces, era inapropiado para su edad, o intentando ayudarles para que se fuesen a la cama a una hora más o menos apropiada a su edad.
Confiamos, sin embargo, que este modelo de aprendizaje, resulte valioso para nuestros hijos. Que redunde en su conocimiento y que les ayude a adquirir hábitos de trabajo para el futuro.
Sin embargo, esto no parece tan claro. H. Cooper, profesor de la Universidad de Duke y uno de los principales especialistas en el campo de las tareas escolares y del hogar, señaló recientemente:
“No hemos encontrado pruebas de que los deberes (a nivel primaria) les ayuden a los niños a tener mejor rendimiento escolar”.
Es un verdadero impacto, ya que la tarea está tan arraigada en la vida escolar que muchos adultos no ponen en duda su valor. Pero ¿qué dicen los hechos?
Los alumnos de primaria asimilan mejor el material al estudiar en el aula, por tanto obtienen mejores calificaciones. Los deberes adicionales representan una cantidad de tiempo valiosa que les quitamos de su necesario ocio y relaciones sociofamiliares.
Las investigaciones dicen que los niños de primaria no necesitan deberes escolares. Es lo que apunta el profesor E. Kralovec de la Universidad de Arizona: En la escuela básica los deberes dan un efecto mínimo.
Por supuesto, esta afirmación no se aplica para todos los niveles de educación. A los alumnos de grados superiores los deberes sí les benefician, pero también se deben conocer los límites. Por ejemplo, sorprendentemente, los estudiantes que emplean 1.5 horas tienen un mejor rendimiento que aquellos que le dedican 4 horas a los deberes. ¡Es sorprendente!
Cooper ha llevado a cabo investigaciones desde 1989 y no ha podido encontrar las ventajas convincentes de los deberes escolares en la educación primaria. Por el contrario, descubrió que causan un efecto negativo en la actitud de los niños hacia la escuela. Y eso es lo que le preocupa.
Un niño que apenas empieza a estudiar en la escuela, merece una oportunidad para sentir la pasión por el aprendizaje. En lugar de eso, los deberes escolares condicionan al niño en contra de la escuela y el conocimiento en general. Ya desde preescolar, los niños y niñas son bombardeados con que les esperan muchos años de “trabajo duro”, lo cual provoca un rechazo hacia el aprendizaje.
Para hacerla, necesitan la ayuda de los adultos. Pero al recibirla, se acostumbran a que jueguen el papel del «policía». Lo cual, además de un conflicto constante y debates, sabotea uno de los propósitos principales de los deberes escolares: la responsabilidad. Al eliminar las tareas, el niño vuelve a sentir esa motivación para ir diario a la escuela a continuar lo que le enseñaron el día anterior.
Y al salir, tendrá tiempo para convivir con su familia y amig@s.
No sabes cuánto te entiendo!! justo ayer estaba en esta situación inquietante…
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Es algo que todos los padres y madres comprendemos y sufrimos Mercè!!
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