cerebro01

¿Qué le gusta?

1. Objetivos concretos

En cuanto te propongas un objetivo concreto o una tarea exacta, empezarán los milagros. Encontrarás recursos económicos, oportunidades y tiempo para lograrlo. Si al formular tu tarea principal puedes fraccionarla en partes más pequeñas, y poco a poco empiezas a dar un paso adelante hacia tu objetivo, ningún problema podrá resistir ante ti.

2. Emociones positivas

Nos estimulan a la acción. Empieza por buscar sencillas alegrías de la vida, y tu cerebro se sentirá estimulado, empezará a liberar al organismo mayores dosis de endorfinas, es decir, hormonas de placer, por lo tanto, experimentaremos aún más emociones positivas que aumentarán tu productividad. Los seres humanos tendemos a buscar la alegría, así es como funciona nuestro instinto de conservación.

3. Movimiento y aire libre

Las actividades al aire libre saturan de oxígeno nuestra sangre y lo llevan más rápidamente a las células del cerebro, se mejora el proceso de oxidación y el metabolismo, y como resultado, se libera la energía que tanto necesitamos. Nuestro cerebro nos obliga a ser más activos para protegerse a sí mismo y a nosotros también.

4. Comida sencilla en cantidades moderadas

La comida sencilla es más fácil de obtener, cocinar y digerir. Especialmente son saludables los caldos. Tu cerebro te dice (si tan solo quisieras escucharlo): «Amigo, el 50% de toda la energía recibida se destina a la visión, el 40% a la digestión y la desinfección de las toxinas alimenticias, y solamente un 10% queda para el movimiento, funcionamiento del sistema nervioso y la lucha contra miles de millones de microbios. Si te la pasas comiendo todo el tiempo, ¿cuándo tendrás tiempo de pensar?».

5. Sueño y descanso

El cerebro, como todo el organismo del ser humano, necesita un buen descanso, sobre todo, un sueño de calidad. Antes de que te vayas a dormir, puedes darle un comando al cerebro: quiero y necesito tener un sueño agradable. Verás cómo todas las impresiones negativas del día simplemente se eliminarán con el sistema de autoprotección nocturna del cerebro.

6. Adaptación

Nuestro cerebro no puede adaptarse al instante a cualquier tipo de cambios bruscos, por lo tanto, empieza cualquier actividad poco a poco, tranquilamente, acostumbrándose a ella. Al hacer cada día lo más que puedas, alcanzarás lo imposible. Los hábitos de estudiar y trabajar no aparecen en un día de la nada, para ello, necesitas ser constante en tus esfuerzos. No existen resultados instantáneos. No por nada existe la expresión: «todo a su tiempo».

7. Libertad

A nuestro cerebro le gusta sentirse libre de miedos y estereotipos. Le encanta la libertad de no tener miedo a pensar a tu manera, a defender tu forma de ser, tu aspecto físico, a tus seres queridos. No culpar todo el mundo porque no entienden lo único e inolvidable que eres. Y aceptar que los demás no tengan las mismas convicciones, estilo de vida o pensamientos que tú.

8. Creatividad

Este es el pasatiempo favorito del cerebro. Un enfoque creativo en cualquier actividad científica permite salir con nuevas ideas ingeniosas y realizarlas a continuación. En el arte, la creatividad unifica a las personas: un escritor al compartir su vida, sus sentimientos y al describir a las demás personas muestra que no estamos solos en nuestras penas.

9. División, comunicación y abrazos

La vida es una constante división de las células y un interminable intercambio de información. Si estudias bien cómo se comportan las neuronas, verás que siempre «se abrazan» al tocarse con dendritas una a la otra, intercambian la energía (los impulsos nerviosos) y la información sobre todo (mediante los compuestos bioquímicos). Por lo tanto, compartir emociones, experiencias, conocimiento y sentimientos, no es malo. Al contrario, hay que procurar buscar más comunicación con el mundo exterior y hacer nuevos amigos.. A nuestro cerebro le encanta eso.

¿Qué no le gusta?

1. Miedo

Cuando sentimos miedo, el instinto de autoprotección nos gana, y aquellas áreas de nuestro cerebro que responden por la creatividad se deshabilitan. De hecho, nos quedamos «paralizados» y sin poder pensar claramente.

2. Fuertes emociones de cualquier tipo

Las emociones fuertes frenan drásticamente la habilidad reflexiva de nuestro cerebro. Tanto una gran alegría como una gran pena pueden privarnos por un tiempo de la habilidad de pensar.

3. Oscuridad y soledad

A nuestro cerebro ambas le caen mal porque ponen en marcha el instinto de conservación. Las emociones negativas se sienten aún más libres cuando nuestro cerebro está indefenso: la oscuridad puede ocultar a un enemigo; y como seres sociables de naturaleza, sentimos miedo y peligro al quedarnos solos. Sin embargo, la soledad nos afectará de manera positiva si tan solo la vemos como un aislamiento voluntario. No olvides que tal vez solo seas una persona en este mundo, pero para alguien tú eres todo el mundo.

4. Estereotipos

El cerebro crea estereotipos pero también lucha contra ellos porque quiere ser único. Los estereotipos y clichés arruinan nuestras relaciones con las personas cuando aquellas se comportan en contra de nuestros estereotipos. No temas renunciar a tus viejas percepciones de ciertas personas. Crea nuevos estereotipos tomando en cuenta nuevos datos. Permite a la gente cambiar y ser diferente.

Fuente: megamozg
Adaptación de un texto de Genial.guru

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